Nueva morgue en Arizona: Un refugio para migrantes
La Oficina del Médico Forense del condado Pima ha inaugurado recientemente sus nuevas y avanzadas instalaciones en Tucson, Arizona, un proyecto con un costo estimado de 45 millones de dólares que surge como respuesta a la alarmante situación de las muertes de migrantes en el desierto. Este nuevo espacio no solo busca mejorar la identificación de los restos encontrados, sino también atender de manera digna a aquellos que han perdido la vida en su intento por cruzar la frontera con México.
El nuevo edificio presenta una superficie de 3 mil 200 metros cuadrados y está equipado con seis estaciones para autopsias y laboratorios especializados en antropología. Este avance es crucial, ya que muchos de los migrantes que fallecen en el desierto son encontrados en un estado de descomposición avanzado, lo que dificulta su identificación. Greg Hess, el director de la oficina, declaró a EFE que “vimos un considerable incremento en las muertes de migrantes, algo que nunca habíamos registrado”.
Desde hace dos décadas, esta oficina ha documentado más de 3 mil muertes de migrantes indocumentados en la región. En este contexto, el aumento de fatalidades y la escasez de recursos habían obligado a la oficina a alquilar refrigeradores portátiles para manejar la cantidad de cuerpos no identificados. Con el nuevo centro, se espera una capacidad para almacenar más de 300 cuerpos simultáneamente.
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Una de las adiciones más significativas de las nuevas instalaciones es la implementación de un crematorio. Este recurso será vital para procesar los cuerpos de migrantes que suelen permanecer mucho tiempo sin ser identificados. Además, se ha creado un espacio específico para resguardar las urnas con cenizas de los migrantes, un cambio positivo respecto al sistema anterior que requería su depósito en un cementerio público en Tucson.
Se estima que alrededor del 80 % de los restos de migrantes encontrados en el desierto de Arizona no pueden ser identificados. Esto se debe, en gran medida, al avanzado estado de los cuerpos y a la posibilidad de que solo se encuentren restos óseos. La nueva morgue no solo ofrece una solución para la identificación, sino que también cuenta con un área más amplia para almacenar las pertenencias encontradas con los cuerpos, lo que anteriormente se había presentado como un desafío logístico.
Desde el inicio del año hasta finales de septiembre de 2024, la oficina ha reportado un total de 129 muertes de migrantes. En comparación, el año pasado se documentaron 200 fallecimientos. Es importante destacar que esta oficina también procesa los cuerpos recuperados por autoridades en los condados cercanos de Santa Cruz y Cochise, que comparten frontera con México.
Las nuevas instalaciones de la Oficina del Médico Forense del condado Pima no solo representan un avance significativo en la capacidad forense, sino también un acto de humanidad en un contexto donde las tensiones migratorias son cada vez más notorias. Es crucial que se reconozca la dignidad de los migrantes y se les otorgue el respeto que merecen, incluso en la muerte. El desafío de la identificación de estas personas persiste, pero con los nuevos recursos se espera que más familias puedan encontrar respuestas y cerrar ciclos en medio de una crisis humanitaria.
