Miles de migrantes venezolanos deambulan por las distintas fronteras de México con Estados Unidos. Las restricciones impuestas por el Gobierno estadounidense la semana pasada impiden la entrada por tierra de migrantes e incluyen la deportación inmediata a territorio mexicano de estos.
Según el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense, estas medidas contemplan 24 000 permisos humanitarios para venezolanos con patrocinadores que lleguen por aire, pero la expulsión de quienes lleguen por la frontera de México.
Ahora, este acuerdo ha ocasionado la deportación de más migrantes, quienes no cuentan con los recursos suficientes para solventar sus gastos básicos y solo tienen 15 días para dejar México.
Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, ha dejado muy clara la postura de su país:
“Estamos viendo un flujo de migración que nunca se había visto en la historia del mundo (…). Venezolanos que llegan a la frontera de Estados Unidos y México, no pueden entrar. No van a poder entrar, se van a regresar”.
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Un incremente de la migración del 175 %
Estas medidas surgen debido al incremento de migrantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Estos sumaron más de 55 000 migrantes en la frontera de Estados Unidos con México en agosto, lo que supone un aumento anual de 175 %.
Muchas de estas familias de migrantes ni siquiera cuentan con un lugar donde dormir, y tendrán que hacer frente a la falta de alimentos y la llegada de un Frente Frío a la región fronteriza.
Marco Quijada, migrante venezolano, afirma: “Hay muchos migrantes, no solo estamos nosotros, detrás de nosotros viene muchísima gente más, no queremos que esto se convierta en una condición de hacinamiento y que colapse realmente esto”.
Entre octubre de 2021 y agosto de este año, más de 150 000 venezolanos han sido arrestados en la frontera sur de EE. UU., casi el triple que en el mismo periodo del año pasado.
