Este martes, Costa Rica recibió un nuevo grupo de 65 migrantes deportados desde Estados Unidos, lo que ha captado la atención tanto a nivel local como internacional. Este grupo diverso, que incluye personas provenientes de Rusia, China, Yemen, Nepal, Vietnam y Georgia, marca un hito en el acuerdo entre Costa Rica y Estados Unidos.
Costa Rica se ha convertido en el segundo país centroamericano dispuesto a aceptar a deportados de países lejanos, un hecho que podría marcar un antes y un después en la historia migratoria de la región.
A medida que Estados Unidos acelera las deportaciones de inmigrantes indocumentados, varios países de América Latina han comenzado a trazar estrategias de apoyo para recibir a sus ciudadanos retornados. Las cifras no son menores: más de 5 millones de mexicanos viven en EE.UU. sin documentos legales, y cada día se suman más a las listas de deportados.
La migración a través de la selva del Darién ha sido un tema candente en los últimos años, especialmente para quienes buscan llegar a Estados Unidos. En una reciente declaración, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció que durante 2024, 302 mil migrantes, en su mayoría de Venezuela, atravesaron esta peligrosa jungla.
Grupo de derechos insta a países latinoamericanos a proteger a migrantes venezolanos y haitianos.
Muchos de los estados demandantes alegan que el programa podría causar un daño irreparable y acusan al gobierno de evadir al Congreso utilizando “descarados fines políticos”.
“Me enteré por las redes sociales de que mi hijo había muerto en el mar de República Dominicana cuando intentaba llegar a España”.
Se han registrado más de 231,000 viajeros irregulares que han cruzado la peligrosa jungla del Darién en su camino hacia Norteamérica.
Una operación de tráfico de personas ha sido desmantelada en Florida, resultando en la detención de un grupo que intentaba llevar a 20 migrantes de Ecuador y China a Estados Unidos.
El Parole In Place es una iniciativa migratoria diseñada para ayudar a personas que han vivido en EE.UU. por lo menos durante 10 años y están casadas con ciudadanos estadounidenses.
