La Peligrosa Ruta de los Migrantes hacia el Darién
Cruzando desde Necoclí hacia Acandí, migrar a través de Colombia se ha convertido en un desafío aterrador para muchas personas. Según un informe de la Defensoría del Pueblo de Colombia, cada migrante enfrenta un costo de 350 dólares para realizar el cruce en lancha hacia Acandí, antes de adentrarse en la peligrosa selva del Darién. Sin embargo, no todos pueden pagar este precio y muchos terminan varados en las playas de Necoclí por semanas, enfrentando una situación de vulnerabilidad extrema y agresiones.
Historias de Agresión y Desamparo
La experiencia de migrantes como Karla Berturichi, una mujer transgénero venezolana, ilustra el peligro que enfrentan aquellos que intentan cruzar esta peligrosa frontera. Karla relató que, a pesar de haber escapado de la violencia y maltrato en su país, fue agredida en Colombia por personas locales. “Me pegaron a mí y a mi pareja, me partieron la nariz… nos robaron”, detalló. Damián Marín, otro migrante venezolano, compartió que en las playas hay familias con bebés, personas enfermas y discapacitadas que enfrentan la misma crisis. “Lo que queremos es irnos”, declaró, reflejando la desesperación que muchos sienten.
Dificultades en el Tránsito
El proceso para salir de Necoclí es complicado; los migrantes deben adquirir pasajes completos que cubren no solo el traslado a Acandí, sino también el derecho a albergue y guía hasta el punto fronterizo en la selva. Según un informe de ACNUR, el aumento de intermediarios ha hecho que los migrantes deban comprar pasajes a estas redes, las cuales han creado monopolios que agravan la situación. Además, enfrentan el riesgo de naufragios al utilizar rutas marítimas no controladas.
Las condiciones en la selva del Darién no son mejores. Los datos de ACNUR indican que 38% de los migrantes sufrieron maltrato, mientras que 37% reportaron robos y 18% amenazas físicas durante su tránsito. Esta información no incluye los numerosos casos de violencia sexual que siguen siendo tabú entre las víctimas. Las estadísticas son alarmantes y reveladoras de los verdaderos peligros que enfrentan los migrantes en esta travesía.
Cambios en el Tránsito Migratorio
El flujo migratorio ha experimentado cambios significativos en los últimos meses. Las cifras del Gobierno de Panamá muestran que, entre junio y agosto de 2024, el tránsito de migrantes venezolanos ha disminuido drásticamente. De 23,509 migrantes en junio a 11,733 en agosto, la situación política en Venezuela ha afectado directamente este movimiento. Sin embargo, en septiembre, alrededor de 19,800 venezolanos cruzaron de Colombia hacia Panamá, representando cerca del 80% de los migrantes en esa ruta.
Necesidad de Corredores Humanitarios
Con la intensificación de la crisis, la Defensoría del Pueblo de Colombia ha sugerido la creación de corredores humanitarios para asegurar un tránsito más seguro y controlado. “Estos son seres humanos con derechos y merecen ser tratados con dignidad”, expresó Sandra Fernández, encargada de un albergue. El clima de violencia perpetuado por grupos armados como el Clan del Golfo complica aún más la situación, poniendo a los migrantes en un ciclo de victimización constante.
Reacción a las Nuevas Medidas en Panamá
Recientemente, el nuevo presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha cerrado accesos en la selva con alambres de púa y vigilancia militar, una medida criticada por organizaciones como Human Rights Watch. Estas acciones podrían forzar a los migrantes a elegir rutas aún más peligrosas, alimentando la violencia y el tráfico de personas, empeorando las ya precarias condiciones de seguridad.
Conclusión: Un Llamado a la Conciencia
La situación de los migrantes que intentan cruzar y que están con la etiqueta , posiciona el primero dentro del 2 o 3 párrafo en caso de que la nota sea de 8 párrafos, el segundo subtitulo posiciónalo dentro del 5
