Eagle Pass, Texas, se ha convertido en una de las zonas más mortíferas en el límite entre Estados Unidos y México, donde la morgue está repleta de cadáveres de inmigrantes que intentaron cruzar la frontera.
Una niña de tres años que viajaba junto con sus padres en un autobús perdió la vida, la causa de la muerte se mantiene desconocida, por lo que autoridades sanitarias de los Estados Unidos investigan el caso.
La Oficina Federal de Investigaciones en Houston, Texas, ha emitido un alerta de búsqueda en contra de una pareja que forma parte de una organización criminal que secuestraba a migrantes, de quienes grababa videos mientras los torturaba para enviárselos a la familia a fin de pedir dinero para su liberación.
Las esferas flotantes aguardan para ser colocadas en la frontera del lado de Eagle Pass, en Texas, y su cercanía con Piedras Negras, en Coahuila.
Las autoridades federales, encabezadas por el FBI y el Departamento de Inmigración, intensificaron los operativos en respuesta al aumento del flujo migratorio ilegal a través del río Bravo.
Debido a que un grupo de 36 migrantes de diferentes nacionalidades ingresaron al Puente Internacional número I, con la finalidad de ingresar a los Estados Unidos, provocó que las autoridades norteamericanas cerraran dicha vialidad internacional por alrededor de 45 minutos.
Los hombres resultaron ser convictos por agresiones cometidas en California e Illinois, respectivamente.
La cifra de migrantes fallecidos en su intento de alcanzar el “sueño americano” se elevó a 132, luego de que dos connacionales mexicanos murieron en accidentes automovilísticos.
Fueron detectados en uno de los centros de procesamiento de Eagle Pass
La cifra de migrantes fallecidos ha aumentado a 94, en lo que va del año en Eagle Pass. Foto: Especial
