El mismo Instituto Nacional de Migración reconoció que funcionarios de la dependencia agredieron a migrantes en un operativo de la Guardia Nacional y el INM para frenar el paso de alrededor de 400 personas originarias de Haití, Honduras, Venezuela y El Salvador que intentaban avanzar en la frontera sur, allá en Chiapas.
Este fin de semana organizaciones civiles y periodistas compartieron en redes los momentos en que la Guardia Nacional y personal del INM intentaron contener el paso de lo que han llamado una nueva caravana migrante en la carretera Huehuetán, entre los municipios Huehuetán y Tuzantán, Chiapas.
Sin embargo, la cobertura del 28 de agosto también iba cargada de una denuncia: las agresiones de algunos funcionarios del INM (identificados como el director de la Estación Migratoria Siglo XXI y un mando de esta estación) contra migrantes —y justo por esta respuesta desmedida intervino el Órgano Interno de Control del Instituto.
El INM responde tras agresiones contra migrantes en Chiapas
“Agentes federales de migración asumieron una conducta inapropiada y ajena a los protocolos y políticas de respeto que promueve el Instituto”.
Sin más, con estas palabras el INM reaccionó a las imágenes difundidas el fin de semana, explicando que todo se trató de un operativo de control y verificación migratoria ante el avance de un grupo de migrantes rumbo a Huixtla.
El INM explicó que un migrante golpeó a un agente y por esta razón sus compañeros reaccionaron, pero de forma desmedida.
“Una conducta inapropiada en su intervención, contraria a la normatividad y al respeto de los derechos humanos que promueve el INM”.
Sin embargo, de acuerdo con Movimiento Migrante Mesoamericano, el despliegue de la Guardia Nacional en la carretera Tapachula-Arriaga —en la zona de Tunzán, Chiapas— fue excesivo e injustificado. ¿Por qué?
Guardia Nacional, Sedena e INM
En las carreteras de la frontera sur de México —en específico en Chiapas— se ha montado un seguimiento de la Guardia Nacional y Sedena al paso migrante.
En este caso, el grupo de migrantes —integrado en su mayoría por personas originarias de Haití— salió de Tapachula rumbo a Huixtla, la mañana del 28 de agosto.
Durante el camino esta caravana fue seguida —por no decir hostigada— por la Guardia Nacional, Sedena e INM. El objetivo era contener el paso de los migrantes. Sin embargo, en esta tarea las autoridades cayeron en un uso de la fuerza desmedido.
Movimiento Migrante Mesoamericano explicó que el asedio de la Guardia Nacional e INM vulnera aún más el paso de los y las migrantes, que recorren largos trayectos caminando, bajo el sol, las intensas lluvias y sin comer —y que igual están atados y atadas a largos procesos para poder presentar una solicitud de refugio, corren el riesgo de detenciones y deportaciones.
Además, en este grupo también hay niños y niñas, por lo que pidió al gobierno Federal:
- El cese de la violencia contra personas migrantes.
- Que escuche las peticiones de los y las migrantes así como el proceso de regulación migratoria o las solicitudes de refugio.
- Que aplique las garantías para la niñez, que no haya detenciones o separación de familias.
Una nueva caravana
Medios y colectivos identificaron que en su mayoría este grupo de integrantes está compuesto por personas originarias de Haití —además de Venezuela, El Salvador u Honduras.
Sin embargo, hay que recordar que no es la primera vez que personas de Haití, por ejemplo, migran hacia México.
En este 2021 el panorama ha sido aún más complejo para este país, después del asesinato del presidente Jovenel Moïse, la inestabilidad política y social, el terremoto de 7.2 grados registrado el 14 de agosto y la pobreza que por décadas ha echado raíz son algunas de las causas de la migración haitiana.
De acuerdo con Animal Político, el objetivo de estas personas es llegar a Tijuana y poder formar parte de una colonia establecida en esta zona de Baja California desde 2017.