En una jugada que ha desatado debate, indignación y sorpresa, el gobierno de Donald Trump ha anunciado un nuevo programa que ofrece 1.000 dólares a todo migrante indocumentado que decida autodeportarse voluntariamente. El anuncio, realizado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), busca incentivar la salida “digna” de quienes se encuentran sin papeles en Estados Unidos, y promete además evitar que sean blanco prioritario de detención o arresto.
La propuesta incluye un incentivo económico directo, pero también acceso a asistencia financiera para el viaje, siempre y cuando los migrantes utilicen la aplicación móvil CBP Home, antes conocida como CBP One. Según el DHS, quienes se registren a través de esta vía podrán salir del país con un menor riesgo de ser interceptados por ICE, el temido Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
El programa, en palabras de Kristi Noem, secretaria del DHS, es “la opción más segura tanto para las fuerzas del orden como para los migrantes” y, además, representa un ahorro del 70% para los contribuyentes estadounidenses. Y es que deportar forzosamente a un migrante cuesta en promedio 17.121 dólares, según cifras oficiales. “Descargue la aplicación CBP Home hoy y autodepórtese”, remató Noem, en una declaración que ha causado controversia en redes y medios.

La CBP Home fue originalmente creada durante el primer mandato de Trump para facilitar inspecciones en cruces fronterizos. Bajo la administración de Joe Biden, su uso se amplió para permitir el ingreso legal y temporal de casi un millón de personas. Diariamente, unos 280.000 migrantes competían por una de las 1.450 citas disponibles, lo que provocó un colapso del sistema y un aumento en la frustración de los solicitantes.
Sin embargo, todo cambió en enero, cuando Trump retomó el poder y puso fin al uso migratorio de la aplicación. Todas las citas previamente agendadas fueron canceladas, y en abril, los permisos temporales otorgados fueron revocados, obligando a miles de personas a abandonar el país de inmediato. “Es hora de que abandonen EE.UU.”, fue el mensaje que miles de migrantes recibieron en sus teléfonos, de acuerdo con AP.

El impacto ha sido particularmente fuerte en migrantes provenientes de Honduras, El Salvador y México, muchos de los cuales entraron legalmente con apoyo de la aplicación. La organización Al Otro Lado, que brinda ayuda legal a migrantes, ha denunciado que cientos de familias han quedado en el limbo, sin opciones y con órdenes de salida inmediatas.
Hasta diciembre de 2024, 936.500 personas habían cruzado a Estados Unidos utilizando CBP One. Hoy, esas mismas personas enfrentan una encrucijada: aceptar los mil dólares y salir voluntariamente, o arriesgarse a la deportación forzosa con todas sus consecuencias legales y económicas.
Para Trump, esta medida es un “triunfo económico y de seguridad nacional”. Para muchos defensores de los derechos humanos, es una “expulsión disfrazada de incentivo” que pone a los migrantes en una posición de extrema vulnerabilidad. ¿El inicio de una nueva era migratoria o una estrategia electoral enmascarada? El debate apenas comienza.