En un giro inesperado, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha desautorizado la decisión de su propio gobierno de exigir pasaporte a los ciudadanos venezolanos que ingresen, transiten o se establezcan en el país. Esta medida, que se encontraba en un borrador de resolución listo para su implementación, ha sido rápidamente frenada por el mandatario.
Apenas unas horas después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores diera a conocer el borrador de esta nueva resolución, Petro se pronunció a través de su cuenta en X, dejando en claro que “Esto no es cierto. Mi gobierno no exigirá pasaporte a los migrantes venezolanos”.
La propuesta original buscaba derogar la Resolución 2231 del 9 de junio de 2021, que hasta el momento permitía el ingreso, tránsito y permanencia de venezolanos en Colombia con sus pasaportes vencidos. La Cancillería había justificado esta medida en el contexto del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Venezuela y la reapertura de consulados en ambos países.
Sin embargo, la firme posición del presidente Petro ha puesto fin a este intento de endurecer los requisitos migratorios para los ciudadanos venezolanos. La antigua normativa, que facilita el acceso de esta población a territorio colombiano, continuará aplicándose, al menos por el momento.
Este episodio evidencia las tensiones y la complejidad que rodean la gestión de la migración venezolana en Colombia, donde el gobierno debe equilibrar consideraciones políticas, humanitarias y de seguridad. La decisión de Petro de detener esta medida ha sido recibida con alivio por organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, quienes ven en ella un gesto de apertura y solidaridad.