¡Increíble! Panamá reduce a la mitad el flujo migratorio en el tapón del Darién: ¿cómo lo logró?

¡Increíble! Panamá reduce a la mitad el flujo migratorio en el tapón del Darién: ¿cómo lo logró?

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En 2024, Panamá sorprendió al mundo con una reducción drástica del 42% en el paso de migrantes a través del temido tapón del Darién, esa peligrosa jungla que conecta Colombia con Panamá. 302.203 personas se aventuraron a cruzar esta inhóspita zona en su camino hacia el norte del continente. Sin embargo, esta cifra es significativamente menor que los 520.085 migrantes del año anterior, según datos oficiales del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá.

En 2024, Panamá sorprendió al mundo con una reducción drástica del 42% en el paso de migrantes a través del temido tapón del Darién, esa peligrosa jungla que conecta Colombia con Panamá. 302.203 personas se aventuraron a cruzar esta inhóspita zona en su camino hacia el norte del continente. Sin embargo, esta cifra es significativamente menor que los 520.085 migrantes del año anterior, según datos oficiales del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá.

El presidente José Raúl Mulino, quien asumió el cargo en julio de 2024, fue claro en sus intenciones: cerrar el paso a los migrantes irregulares. Con un compromiso firme, Mulino ha liderado una serie de medidas drásticas que han logrado controlar, al menos parcialmente, el flujo migratorio a través de la peligrosa selva del Darién. A través de alambradas, control biométrico y un aumento en la vigilancia militar, las autoridades panameñas han logrado canalizar el paso de los migrantes hacia rutas más controladas y seguras.

El tapón del Darién, una franja de jungla de 5.800 km², es el único lugar donde la carretera Panamericana se interrumpe, haciendo de este paso una de las zonas más peligrosas para los migrantes. Durante años, este sitio ha sido un cauce principal de migración irregular, donde se enfrentan a riesgos mortales: animales salvajes, enfermedades tropicales y las amenazas del crimen organizado.

En 2024, el panorama migratorio a través de Panamá estuvo marcado principalmente por la presencia de migrantes venezolanos (68% del total), seguidos de colombianos, ecuatorianos y un número significativo de haitianos. Sin embargo, el recorrido a través de la selva no estuvo exento de tragedias, ya que al menos 55 migrantes murieron durante su travesía. Aunque, organizaciones internacionales advierten que la cifra real podría ser mucho más alta.

Uno de los cambios más controvertidos fue la instalación de cercas de alambre de púas en puntos estratégicos de la selva. Estas alambradas, que alcanzan hasta los 3 metros de altura, han bloqueado rutas utilizadas por los migrantes, obligándolos a tomar caminos más controlados donde las autoridades panameñas realizan identificaciones y registros biométricos. El objetivo es reducir los riesgos de explotación por parte de las mafias que operan en la región, como el Clan del Golfo.

El director del SNM, Roger Mojica, destacó que, a pesar de que estas medidas no son una solución perfecta, sí han logrado crear un “paso humanitario“, donde los migrantes reciben atención y se les da la oportunidad de registrarse adecuadamente. Esto no solo ha mejorado la seguridad de los migrantes, sino que también ha permitido identificar mejor a los traficantes de personas que se aprovechan de la desesperación de los migrantes.

Además, se ha reforzado la vigilancia en todo el país. Las patrullas terrestres y marítimas han aumentado considerablemente, lo que ha ayudado a controlar el acceso a la selva. En el sur del país, las guardias costeras patrullan las costas del Caribe y el Pacífico, interceptando embarcaciones que intentan llevar a migrantes de manera irregular hacia Panamá desde Colombia.

La biometría es otra herramienta clave que ha sido implementada con el objetivo de registrar a los migrantes de manera eficiente. Sin embargo, esta práctica ha generado controversia, ya que organizaciones como la Cruz Roja han expresado su preocupación por los posibles riesgos a los derechos humanos de los migrantes, especialmente en cuanto al manejo de sus datos personales.

Con la implementación de estas políticas, Panamá ha logrado un gran avance en la reducción del paso de migrantes. Sin embargo, los expertos aseguran que otros factores externos también han jugado un papel importante. Andreas Feldmann, experto en migración, menciona que el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos y los cambios en las leyes de asilo podrían haber influido en la decisión de muchos migrantes de no arriesgarse a cruzar la selva.

Aunque los esfuerzos de Panamá han sido efectivos, la pregunta sigue siendo: ¿se cerrará el Darién en 2025? El presidente Mulino ha sido claro en que, aunque su gobierno busca reducir al máximo el flujo migratorio, no es posible cerrar por completo esta ruta natural. En cambio, las autoridades panameñas planean seguir reforzando las patrullas y negociando con Estados Unidos más fondos para continuar con los programas de repatriación.

Mientras tanto, el futuro del Darién sigue siendo incierto. Aunque las medidas panameñas han logrado una reducción significativa en el flujo migratorio, el camino hacia una migración más ordenada aún está lleno de desafíos. Sin lugar a dudas, este será un tema candente en los próximos años, y las decisiones de Panamá y otros países de la región seguirán siendo clave en la configuración de la migración en América Latina.

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