Un impactante incidente tuvo lugar en Jalisco cuando estudiantes de la Escuela Normal Rural de Atequiza desataron una persecución tras tomar tres camiones que transportaban migrantes. El motivo: un protesta para evitar el alza en las tarifas del transporte público federal. Lo que parecía ser una manifestación estudiantil terminó en un caos inesperado que involucró a migrantes, autoridades y a la Seguridad Nacional.
Según información confirmada por el Gobierno de Jalisco, los normalistas tomaron el control de tres unidades de transporte en las que viajaban 71 migrantes. Estos individuos, provenientes de diversos países como El Salvador, Cuba, Brasil, Honduras y Venezuela, viajaban con documentación legal que les permitía su estadía en México. Aunque no tenían nada que ver con el conflicto, se vieron atrapados en una situación tensa y peligrosa.
Los camiones fueron interceptados en distintos puntos de la ciudad, uno de ellos en los cruces de la Avenida Colón y la Calzada Lázaro Cárdenas, mientras que las otras dos unidades fueron llevadas directamente a Atequiza, la localidad de origen de los estudiantes. Esta situación puso en alerta tanto a autoridades locales como nacionales, quienes comenzaron una persecución para resolver el incidente y garantizar la seguridad de todos los involucrados.
Lo que desató el operativo fue un error en el sistema de posicionamiento satelital de los camiones. Al salirse de su ruta, se activó una alarma de robo que generó confusión y llevó a una serie de movimientos policiales en busca de las unidades. En cuestión de minutos, una intensa persecución se desató por las calles de Guadalajara y los alrededores de Atequiza. Las autoridades rápidamente movilizaron fuerzas de seguridad para intentar contener la situación.

La presencia del Instituto Nacional de Migración (INM) no se hizo esperar. En el lugar de los hechos, funcionarios del INM verificaron la condición de los migrantes y su situación legal en el país. Además, trabajadores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos se sumaron al operativo, asegurándose de que se respetaran los derechos humanos de los afectados. Aunque los migrantes eran legales, la tensión aumentó al no saber cómo se resolvería la situación.
Mientras tanto, los estudiantes de la Normal Rural de Atequiza fueron finalmente liberados sin mayores consecuencias. A pesar de ello, el Gobierno de Jalisco dejó en claro que seguiría de cerca las acciones legales que pudieran emprender las partes afectadas, tales como la empresa de transporte y el Instituto Nacional de Migración. Los responsables de la toma de los camiones podrían enfrentar acciones legales por sus actos.
La intervención de las fuerzas de seguridad no se limitó a la persecución de los normalistas. Elementos de la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad también fueron desplegados para verificar la situación de los otros dos camiones. Se estableció un perímetro de seguridad para resguardar a los estudiantes y evitar cualquier enfrentamiento más grave en la zona.
Este incidente pone sobre la mesa varios temas delicados: la protesta estudiantil, los derechos de los migrantes y el sistema de transporte público. Si bien el objetivo de los normalistas era manifestarse contra el alza de tarifas, la manera en que llevaron a cabo su protesta dejó muchas interrogantes sobre los límites de la acción directa y el impacto en la vida de las personas que nada tenían que ver con el conflicto. Sin duda, los próximos días serán clave para entender las consecuencias legales y sociales que este caótico episodio pueda acarrear.