En un operativo sin precedentes, agentes de ICE lograron arrestar a más de 130 migrantes en una serie de intervenciones realizadas entre el 24 y el 28 de marzo en varias regiones de Nueva York. Este megaoperativo, que se centró principalmente en Búfalo y sus alrededores, dejó al descubierto una impactante realidad sobre la inmigración ilegal y la seguridad pública en el estado.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) llevó a cabo la operación con el objetivo de fortalecer la seguridad nacional y abordar el crimen transfronterizo. Aunque el foco estuvo en el oeste y norte del estado de Nueva York, la acción se extendió a diversas áreas estratégicas, alcanzando incluso zonas de alta prioridad para las autoridades. El despliegue de fuerzas federales incluyó colaboración de agencias como el FBI, la DEA, y la ATF, entre otras.
El comunicado de ICE especifica que 133 personas fueron detenidas, muchas de ellas con antecedentes penales graves. Este megaoperativo se diseñó para aprehender a quienes representaran un riesgo significativo para la seguridad pública, destacándose entre los arrestados migrantes con delitos violentos en su historial. La operación fue una clara señal de la postura firme de las autoridades ante quienes, según consideran, constituyen una amenaza para la sociedad estadounidense.

Erin Keegan, agente especial de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) de ICE en Búfalo, subrayó la relevancia de la colaboración entre agencias. “El éxito de esta operación refuerza la importancia de un enfoque integral de gobierno, donde cada agencia tiene un papel clave”, señaló Keegan, aplaudiendo la acción conjunta del FBI, la CBP, la USBP, y otras entidades federales.
¿Quiénes son los detenidos? Algunos de los arrestados tienen historias perturbadoras. Entre ellos, se encuentran un inmigrante de Trinidad y Tobago condenado por asesinato, y un ciudadano de la República Dominicana con una condena por conducta sexual con un menor. El operativo también logró capturar a un salvadoreño con antecedentes por asesinato y agresión de pandillas.
Otro caso estremecedor involucra a un inmigrante de China de 50 años, condenado por agresión, así como a un mexicano de 42 años, implicado en una conspiración para distribuir metanfetamina. Además, se arrestó a un sudafricano de 43 años, que tenía una visa H-2A y fue acusado de distribución de pornografía infantil. El rango de crímenes cometidos por los arrestados muestra la gravedad de la amenaza que representan para las comunidades locales.

El rol crucial de ICE en la lucha contra las amenazas transfronterizas no solo se limita a la detención de inmigrantes ilegales, sino que también busca proteger a los residentes de Nueva York y del país en general. Según el portavoz de ICE, este operativo es parte de un esfuerzo continuo para desmantelar redes delictivas que operan a través de las fronteras y asegurar que quienes han violado las leyes estadounidenses enfrenten las consecuencias correspondientes.
Finalmente, el operativo ha dejado claro que la seguridad nacional y la protección de las comunidades locales son una prioridad para el gobierno federal. Mientras tanto, organizaciones de defensa de los migrantes ya han comenzado a cuestionar la metodología y el enfoque de estas operaciones, sugiriendo que podrían estar desproporcionadamente enfocadas en individuos de ciertas nacionalidades. Sin embargo, ICE mantiene su postura de que estos esfuerzos son fundamentales para garantizar un país más seguro y justo para todos.