“Las condiciones de vida en Venezuela están provocando un éxodo cada vez más notorio. En las últimas semanas, el flujo de personas hacia Colombia ha aumentado notablemente, con informes de entre 800 y 1,000 personas cruzando la frontera diariamente”.
Un viaje cargado de desesperanza.
Nostalgia, miedo, incertidumbre y desesperanza son los sentimientos que invaden a Mignely* mientras espera su bus en el terminalito de Los Patios, en el área metropolitana de Cúcuta. Su travesía de 12 horas hacia Bogotá apenas comienza, luego de recorrer 695 kilómetros desde su hogar en Guárico, Venezuela. Junto a su hija de 16 años, Mignely se embarca en esta odisea con la única certeza de que su hermana, quien migró hace un par de años, la recibirá en la capital colombiana. Sin embargo, su partida es forzada por la necesidad de huir. “Nos vamos porque tenemos miedo”, lamenta. Las amenazas que enfrenta su hija, quien fue fotografiada durante una protesta, son el último empujón para dejar atrás su hogar.
Mignely nunca creyó que las detenciones arbitrarias en Venezuela fueran una realidad hasta que se convirtió en testigo de cómo las fuerzas de seguridad arrestaron a su vecino por organizar una concentración opositora. “Nos quedamos sin esperanzas”, dice con tristeza, agregando que la organización Foro Penal ha contado más de 1,674 detenciones tras las protestas posteriores a las elecciones. Este fenómeno no solo impacta a quienes migran, sino también a quienes se quedan, ya que muchos han perdido la esperanza de un cambio.
Una ola migratoria incesante.
La situación en Venezuela es alarmante. Según un reciente estudio de Meganálisis, el 43.2% de los venezolanos está considerando abandonar el país. Esto representa a más de 6.9 millones de personas que anhelan salir, de las cuales alrededor de 100,000 planean emigrar lo antes posible. Una parte significativa de ellos busca oportunidades más allá de las fronteras, con un 70.2% de los encuestados expresando molestia y frustración tras las elecciones presidenciales.
En la sala de espera del terminal, Ricardo*, un ex policía nacional, comparte su historia. Al igual que Mignely, se vio obligado a dejar su hogar en Miranda debido a las amenazas del régimen de Nicolás Maduro. “No hay forma de vivir en paz; cada conversación es una posible condena”, asegura Ricardo. Su experiencia en el trayecto a Cúcuta, donde la Guardia Nacional revisaba celulares en busca de cualquier contenido relacionado con la oposición, añade un tono de desesperanza sobre la situación que enfrenta la población venezolana.
La Migración Venezolana en Aumento: Un Reto para la Comunidad Internacional.
La movilidad de venezolanos no ha cesado. Hasta la fecha, se reportan más de 7.7 millones de migrantes, siendo esta una de las crisis migratorias más grandes del mundo, comparable solo con la de Siria. Piero Trepiccione, coordinador de la Red de Centros Sociales de los Jesuitas, subraya que la migración sigue como una opción viable debido a la crisis económica y política en el país. “El fenómeno migratorio, aunque no en cifras masivas, sigue en aumento”, afirma con preocupación ante la represión sistemática tras las elecciones.
Expectativas y desafíos futuros.
Las condiciones de vida en Venezuela están provocando un éxodo cada vez más notorio. En las últimas semanas, el flujo de personas hacia Colombia ha aumentado notablemente, con informes de entre 800 y 1,000 personas cruzando la frontera diariamente. Sin embargo, la realidad de estos migrantes es dura; muchos no solo buscan un nuevo hogar, sino que huyen de un régimen opresor que busca aplastar cualquier forma de disidencia.
Por ello, el futuro es incierto para millones de venezolanos. Aunque se puede vislumbrar una ligera esperanza en la posibilidad de una transición política hacia principios de 2025, la situación actual exige una atención urgente, tanto por parte de los países receptores como de la comunidad internacional. “Los países están sobrepasados y no están preparados para recibir un nuevo grupo considerable de migrantes”, añade Trepiccione, enfatizando que, según las encuestas, al 25% de la población venezolana está contemplando la idea de migrar, lo que podría significar hasta 4 millones más de migrantes.