El buque escuela Smolny, perteneciente a la Flota del Báltico de Rusia, arribó a Venezuela este martes en el contexto de una visita de trabajo. Este evento se enmarca dentro de un proceso de cooperación integral entre Caracas y Moscú, especialmente relevante debido a la crisis que enfrenta el país suramericano tras el supuesto fraude electoral del régimen de Nicolás Maduro.
El Smolny llegó al puerto internacional de La Guaira a las 10:00 hora local, donde se espera que la tripulación participe en varias actividades programadas. Entre los eventos resaltantes, se incluye una ceremonia de ofrenda floral en la plaza Bolívar-Chávez, así como visitas a la gubernatura local y un recorrido por el casco histórico de La Guaira. Las autoridades han indicado que estos actos tienen como objetivo consolidar la amistad y la cooperación entre ambos países.
En julio pasado, buques militares rusos estuvieron en el mismo puerto como parte de esfuerzos destinados a reforzar la cooperación técnico-militar entre Venezuela y Rusia. Los buques que visitaron, entre ellos la fragata Almirante Gorshkov, se sumaron a una serie de escalas en la región, que incluyen también a Cuba, un aliado clave para Moscú.
El régimen de Maduro ha mantenido posiciones de apoyo hacia Rusia, especialmente tras la invasión a Ucrania, y ha descrito a Vladimir Putin como un “hermano mayor”. Esta relación se ha intensificado en el marco de las crisis políticas y económicas que enfrenta Venezuela.
Desde el lado estadounidense, se ha calificado las escalas de buques rusos como visitas “de rutina”. Un portavoz del Pentágono afirmó que estos movimientos no representan una amenaza, recordando que han estado monitorizando las actividades navales extranjeras en las cercanías de EE.UU. Este enfoque resalta la vigilancia constante sobre las maniobras rusas en la región, aunque sin alarma directa sobre su impacto en la seguridad nacional.