Un grupo delictivo de 22 individuos actuaba como intermediarios para el Cártel de Sinaloa en una operación similar al modelo de Amazon, estableciendo su presencia en la frontera entre Estados Unidos y Canadá. Utilizando servicios de paquetería, facilitaron la distribución de sustancias ilícitas, incluyendo oxicodona y fentanilo, en hogares ubicados en Montana, Estados Unidos.
Montana, un estado al norte de los Estados Unidos, conocido por sus vastas llanuras y parques nacionales, se encuentra a aproximadamente 2,000 kilómetros de la frontera mexicana. A pesar de esta distancia, los cárteles mexicanos, en particular el Cártel de Sinaloa, han logrado establecer su operación en esta región.
Según documentos judiciales obtenidos por el periódico mexicano MILENIO, una red conformada por 22 personas trabajó durante los años 2019 y 2020 para el Cártel de Sinaloa. Su encomienda consistía en enviar miles de dosis de sustancias como metanfetaminas, oxicodona (contribuyente de la crisis de opioides en EE. UU.) y fentanilo, utilizando el Servicio Postal.
Tras el encarcelamiento de Joaquín “El Chapo” Guzmán, sus hijos, conocidos como Los Chapitos, asumieron el control y liderazgo en el envío masivo de fentanilo hacia Estados Unidos, país que enfrenta una grave crisis sanitaria debido a esta droga.
La reciente detención de Heriberto Tavares, de 30 años residente en California, reveló detalles sobre la operación del cártel en Montana. Según la Fiscalía federal, Tavares operaba como un servicio de envío al estilo de Amazon, recibiendo droga en California desde México y posteriormente enviándola a zonas remotas de Montana. Incluso se descubrió que envió droga a la policía.
Uno de los elementos clave para descifrar la operación fue Humberto Horiol Medina Villarreal, acusado y condenado por tráfico de metanfetaminas y lavado de dinero. Sus declaraciones y cooperación resultaron cruciales para comprender el alcance de la red.
La DEA, en colaboración con otras agencias de seguridad, inició investigaciones en enero de 2019 para rastrear las sustancias prohibidas importadas por la organización mexicana. Se descubrió que la red estaba involucrada en la importación de metanfetaminas, heroína y pastillas de oxicodona falsificadas, las cuales contenían fentanilo.
Una vez obtenidas las ganancias de las ventas de droga, los mensajeros enviaban el dinero de vuelta a México, específicamente a los estados de Sinaloa y Baja California, en manos de la organización dirigida por Los Chapitos.
Ricardo Ramos Medina, uno de los mensajeros identificados por la DEA, se encargaba de transportar grandes cantidades de pastillas de oxicodona, incluyendo aquellas adulteradas con fentanilo, en la ciudad de Butte, Montana. Posteriormente, la operación se vio comprometida cuando Medina hizo un envío a una dirección controlada por la DEA, lo que llevó a la identificación de sus actividades a través de registros de vigilancia. Además de utilizar el Servicio Postal, Ramos Medina también enviaba ganancias al Cártel de Sinaloa en Montana mediante transferencias a través de MoneyGram y Walmart.
Según declaraciones del gobierno, desde el año 2019, en Montana ha habido un aumento del 11 mil porciento en las incautaciones de fentanilo. En la actualidad se han registrado tres veces más la cantidad de droga a comparación al año 2021
