Dramático Descenso en la Migración por el Darién
Declaraciones de Mulino Marcan un Hito en la Reducción de Migrantes en el Darién
La migración a través de la selva del Darién ha sido un tema candente en los últimos años, especialmente para quienes buscan llegar a Estados Unidos. En una reciente declaración, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció que durante 2024, 302 mil migrantes, en su mayoría de Venezuela, atravesaron esta peligrosa jungla. Este número representa una caída alarmante del 41 por ciento en comparación con las cifras de 2023. Esta reducción se produce en un contexto de incertidumbre, ya que Donald Trump asume nuevamente la presidencia de Estados Unidos, prometiendo deportaciones masivas.
La selva panameña se ha convertido en un corredor crucial para los migrantes que intentan llegar a América del Norte. Sin embargo, el panorama es sombrío; los migrantes enfrentan peligros constantes como ríos caudalosos, animales salvajes y grupos criminales. Según el presidente Mulino, el flujo de inmigrantes se ha reducido significativamente gracias a esfuerzos concertados para frenar la migración ilegal. “Hoy se trabaja día a día para que esa migración ilegal no llegue aquí a la ciudad o al resto del país”, expresó durante su discurso inaugural del período de sesiones del Congreso panameño.
Los datos del Servicio Nacional de Migración son alarmantes: en 2024, 302 mil 203 personas emprendieron este peligroso viaje, en contraste con las 520 mil 85 que lo hicieron el año anterior. Este descenso no solo revela cambios en las rutas migratorias, sino que también pone un foco importante en los retoques de política migratoria en la región.
Las Políticas de Panamá y el Desafío de Venezuela en la Migración
Mulino atribuyó esta baja a varias razones, incluyendo el cierre de senderos en la selva y la colaboración con Washington, que ha proporcionado financiación para vuelos de repatriación de migrantes. Al amparo de este acuerdo firmado en julio, Panamá ha deportado a más de mil 500 migrantes en alrededor de cuarenta vuelos hacia países como Colombia, Ecuador e incluso India. Sin embargo, esta medida no incluye a los venezolanos, quienes continúan su camino hacia Estados Unidos, dado que Caracas no permite vuelos desde el país centroamericano.
El presidente subrayó que existe un “problema logístico” con Venezuela, pero aseguró que los migrantes venezolanos avanzan hacia el norte con respeto a sus derechos humanos. Esta delicada situación pone en entredicho la efectividad de las políticas migratorias en la región y plantea serias interrogantes sobre el futuro de muchos que buscan una vida mejor.
A pesar de los esfuerzos, el costo de la migración a través del Darién es extremadamente alto. Según Mulino, en 2024, al menos 55 migrantes perdieron la vida y 180 niños fueron abandonados a su suerte durante su travesía. Las autoridades sospechan que las cifras reales de muertes pueden ser incluso mayores, ya que muchos cuerpos no son recuperables debido a la inaccesibilidad del terreno o a que son devorados por animales.
La crisis migratoria que enfrenta América Latina es un reflejo de la inestabilidad y pobreza que atraviesan muchos países de la región. La situación en Venezuela, en particular, ha empujado a millones a buscar mejores oportunidades en el extranjero. En este panorama, la disminución de migrantes en el Darién podría ser interpretada como una respuesta a la combinación de políticas migratorias más restrictivas, así como condiciones económicas y sociales en países de origen.
Es vital que la comunidad internacional preste atención a las necesidades de estos migrantes y que se busquen soluciones que respeten la dignidad humana. Las tácticas de combate a la migración que ignoran las circunstancias que empujan a las personas a dejar sus hogares solo perpetuarán un ciclo de sufrimiento y desesperación.