Una nueva tragedia migrante sacude a Honduras. Una joven de 23 años de edad, embarazada de siete meses, se ahogó intentando cruzar el caudaloso río Bravo, el afluente fronterizo entre México y Estados Unidos, a la altura de la colonia Rosita Garden, en Texas.
La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos recuperó el cuerpo el lunes por la tarde, informó esa entidad al noticiario local Eagle Pass News Leader y replicó Telemundo.
La conmoción se extendió en la pacífica comunidad tejana e incluso el alguacil del condado de Mavericks, Tom Schmerber, lamentó que se hayan “perdido dos vidas” en el trágico accidente.
Ya el consulado hondureño en Houston, Texas, recibió el informe de sus similares mexicanos y estadounidenses, según trascendió, para proceder al traslado del cuerpo y posterior entrega a familiares en Honduras.
De momento, se desconoce la identidad de la hondureña fallecida en las aguas del río Bravo, en el que cientos de compatriotas han perdido la vida intentando llegar a Estados Unidos.
Autoridades de ese condado consideran la zona como “punto de gran afluencia” de inmigrantes ilegales y de enorme riesgo por la profundidad y caudal del río.
El fenómeno migratorio desde Centroamérica hacia Estados Unidos ha conllevado una serie de tragedias interminables e incluso ha hecho llegar a migrantes africanos, asiáticos y sudamericanos, que, a pie y a bordo de trenes de carga, cruzan México entre penumbras para intentar cruzar la frontera desértica o ribereña hacia Estados Unidos.