Un nuevo vuelo procedente de Estados Unidos devolvió a Cuba a 128 migrantes cubanos en situación irregular, entre ellos un menor de edad, como parte de los acuerdos migratorios vigentes entre ambos países. La operación tuvo lugar esta semana y forma parte del flujo constante de repatriaciones que se han intensificado en los últimos meses.
De acuerdo con la información oficial, el grupo estaba compuesto por 106 hombres, 21 mujeres y un menor, quienes habían salido del país de manera irregular en su intento por llegar a territorio estadounidense. A su arribo a La Habana, una de las personas fue detenida por encontrarse bajo un régimen legal previo al momento de abandonar Cuba.
Este vuelo representa la operación de retorno número 53 en lo que va de año, elevando a más de 1,660 el total de personas repatriadas desde distintos países de la región. Las autoridades también adelantaron que otros migrantes interceptados en el mar podrían ser devueltos en las próximas horas, lo que incrementaría aún más esta cifra.
El retorno forzoso pone nuevamente en evidencia los riesgos y obstáculos que enfrentan miles de cubanos que optan por la migración irregular hacia Estados Unidos. Más allá del peligro físico durante el trayecto, quienes son devueltos enfrentan consecuencias legales, incertidumbre económica y la frustración de ver truncado su proyecto migratorio.
En muchos casos, estos intentos están motivados por la reunificación familiar, la falta de oportunidades económicas o el deterioro de las condiciones de vida en la isla. Sin embargo, el resultado suele ser un ciclo de endeudamiento, trauma emocional y separación familiar que impacta tanto a los migrantes como a quienes quedan atrás.
La presencia de un menor entre los repatriados subraya además el impacto humano y social de la migración irregular, especialmente cuando involucra a familias completas. Organismos y autoridades han reiterado los peligros de estas rutas, particularmente las marítimas, donde se han registrado tragedias en años recientes.
Mientras continúan las deportaciones y los intentos de salida irregular, el fenómeno migratorio cubano sigue mostrando una realidad compleja y persistente. Sin cambios estructurales ni alternativas seguras y viables, todo indica que estos vuelos de retorno seguirán marcando el rumbo de una crisis que aún no encuentra salida.












