Fin del Programa de Tarjetas para Migrantes en NYC
El programa piloto llega a su fin
Un programa piloto que distribuía tarjetas de débito prepagadas a migrantes en la ciudad de Nueva York será descontinuado en enero, según anunciaron los funcionarios de la ciudad. Este programa fue implementado como respuesta a la creciente crisis de migración y solicitantes de asilo, en su mayoría provenientes de México, Centroamérica y Sudamérica. Sin embargo, el contrato de un año para el programa no será renovado, como lo confirma un comunicado del Ayuntamiento obtenido por CNN.
La decisión de no continuar con este programa de emergencia se debe a la intención de avanzar hacia una contratación más competitiva para los programas que apoyan a los solicitantes de asilo. Un portavoz del Ayuntamiento explicó que a medida que la ciudad se adapta a la realidad de la población migrante, se está buscando una manera más eficiente de gestionar los recursos disponibles.
Asistencia para familias migrantes
Inicialmente, el programa proporcionaba a las familias de cuatro miembros con dos niños menores de 5 años, un apoyo económico de US$ 350 por semana para alimentos y suministros básicos. Esta iniciativa fue fundamental, pues ayudó a más de 2,600 familias migrantes desde su implementación, brindando asistencia en un momento crítico. La empresa de tecnología financiera, Mobility Capital Finance, gestionó el programa con un contrato de emergencia que ascendía a aproximadamente US$ 400,000.
La investigación del contrato sin licitación también ha sido un punto de atención, ya que el Departamento de Investigación de la ciudad está revisando las condiciones en las que fue otorgado. Esto ha generado preocupaciones sobre la transparencia y el uso adecuado de los recursos en un contexto tan sensible como el de la migración.
Una nueva dirección para la ciudad
El alcalde Eric Adams enfatizó que el programa piloto tuvo un impacto positivo durante su tiempo de vigencia. En sus declaraciones, destacó que la ciudad ha brindado atención a más de 222,000 migrantes en los últimos dos años y ha ahorrado US$ 2,000 millones en costos relacionados con los solicitantes de asilo. Este enfoque no solo ha sido sobre asistencia directa, sino también sobre reducir el desperdicio de alimentos y garantizar que las personas reciban alimentos culturalmente adecuados.
Adams manifestó que la ciudad ha logrado pasar de un enfoque de emergencia a uno más sostenido y estructurado, reflejando una disminución en la población migrante y un cambio en las necesidades de estos grupos. “Hemos tenido éxito con ese programa”, afirmó, lo que sugiere que a pesar del cierre del mismo, se están buscando alternativas para continuar proporcionando asistencia a esta población vulnerable.
Un contexto cambiante
La descontinuación de este programa crea incertidumbre sobre cómo se continuará la atención a los migrantes en Nueva York. Si bien el Ayuntamiento afirma que la transición a un modelo más competitivo ayudará a manejar mejor los recursos, es importante para las familias migrantes estar informadas sobre futuros apoyos. Como siempre, el camino hacia la estabilidad y el bienestar puede ser complicado, pero la comunidad migrante debe estar atenta a nuevas oportunidades y recursos que puedan surgir en este cambiante panorama.