La crisis migratoria cubana sigue en aumento, con cifras alarmantes que reflejan la desesperación de miles de ciudadanos que buscan un mejor futuro en Estados Unidos. Durante el mes de julio de 2024, un total de 15,645 cubanos llegaron a EE.UU., lo que representa un promedio diario de 504 migrantes, según datos proporcionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP).
Un Aumento Imparable en la Migración
Desde el inicio del año fiscal 2024, en octubre de 2023, 196,567 cubanos han ingresado a Estados Unidos, marcando una tendencia que, de continuar, podría superar las 235,000 llegadas para el cierre del año fiscal. Esta cifra ya excede las de años anteriores, evidenciando una grave crisis migratoria que afecta tanto a adultos como a menores de edad.
Impacto en los Menores de Edad
El impacto de esta crisis es especialmente preocupante para los menores no acompañados. Solo en julio, 100 niños y adolescentes llegaron sin la compañía de sus tutores legales, lo que casi duplica los 52 que llegaron acompañados. Este incremento refleja la desesperación y las difíciles decisiones que enfrentan las familias cubanas.
Origen de la Crisis
La actual crisis migratoria tiene sus raíces en noviembre de 2021, cuando el gobierno de Nicaragua eliminó el requisito de visa para los cubanos, creando un corredor migratorio que atraviesa Centroamérica y México hacia Estados Unidos. Este cambio impulsó un éxodo masivo que ha visto salir del país a más de 608,757 cubanos desde diciembre de 2021, reduciendo significativamente la población de Cuba, ahora estimada en 8.62 millones de personas.
Travesía Peligrosa
Además de la ruta terrestre, muchos cubanos optan por la peligrosa travesía marítima hacia Florida. En julio, varios grupos de balseros llegaron a Cayo Hueso en embarcaciones improvisadas, enfrentándose a la repatriación inmediata si son interceptados en el mar. Solo en lo que va del año, se han realizado 57 operaciones de repatriación, devolviendo a 933 migrantes a la isla.
La crisis migratoria cubana sigue siendo un desafío tanto humanitario como político. Con miles de personas arriesgando sus vidas en busca de una mejor calidad de vida en Estados Unidos, se necesita una respuesta coordinada para abordar las causas subyacentes y proporcionar soluciones efectivas a este problema en crecimiento.