En lo que va del 2024, más de 244,000 migrantes han atravesado la peligrosa selva del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, según datos del Servicio Nacional de Migración de Panamá. Esta cifra representa una disminución del 31% en comparación con el mismo período del año anterior, cuando más de 354,000 personas cruzaron la región.
Perfil de los migrantes: Venezuela y Ecuador encabezan la lista.
Aunque no se han detallado cifras específicas por nacionalidad, se sabe que la mayoría de los migrantes provienen de Venezuela, Ecuador, Colombia y China. Esta ruta se ha convertido en un paso obligado para miles de personas que buscan llegar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.
Reducción en el flujo migratorio.
Panamá estima que el flujo migratorio para este año alcanzará 320,000 migrantes, una reducción del 38% en comparación con el récord histórico de 520,000 personas que cruzaron en 2023. Esta reducción se atribuye a las nuevas políticas migratorias implementadas por el nuevo gobierno panameño y los acuerdos con Estados Unidos.
Medidas de control en la frontera.
El gobierno panameño ha adoptado medidas estrictas para frenar el flujo migratorio, incluyendo la instalación de barreras perimetrales en los pasos no autorizados de la selva del Darién. Además, se ha establecido un “corredor humanitario” para canalizar el tránsito de migrantes de manera más segura.
Acuerdos con Estados Unidos.
Otro punto clave en la reducción del flujo migratorio es el acuerdo con Estados Unidos, mediante el cual el país norteamericano financia los vuelos de repatriación de migrantes a sus países de origen. Hasta la fecha, se han realizado vuelos a Colombia, Ecuador e India, como parte de este acuerdo.
La embajadora de EE.UU. en Panamá refuerza el mensaje.
La embajadora de Estados Unidos en Panamá, Mari Carmen Aponte, destacó que la prioridad es garantizar una migración “ordenada, segura y legal”, mientras se refuerzan las leyes migratorias para evitar cruces irregulares y peligrosos.
Crisis humanitaria y de seguridad.
A pesar de los esfuerzos, las autoridades consideran que el tránsito masivo por el Darién sigue siendo una crisis humanitaria y de seguridad. Muchos de los migrantes han sido devueltos por no cumplir con los requisitos legales para ingresar al país, y algunos incluso tienen antecedentes penales.
Esta situación pone de manifiesto los retos que enfrentan tanto Panamá como otros países en el manejo de la migración irregular y la necesidad de una solución a largo plazo.