Desde el poblado de Tapachula, migrantes anunciaron una nueva caravana que buscará llegar a Estados Unidos a través de territorio nacional.
Migrantes, principalmente de origen venezolano, denunciaron la expulsión arbitraria del país orquestada por el Instituto Nacional de Migración, cuyos agentes detienen y conducen a los migrantes hasta la frontera con Guatemala con la promesa de ayuda con trámites. Señalan que esta medida, lejos de desalentar la migración, aumenta sus riesgos y expone la vida de miles de hombres, mujeres y niños.
En medio de un flujo récord de migración hacia Estados Unidos, el gobierno de México desplegó en sus fronteras norte y sur un operativo de 30 mil elementos de las Fuerzas Armadas. Tanto éstas como el INM han protagonizado distintos episodios represivos en donde la Guardia Nacional ha jugado un rol importante, golpeando con tal brutalidad que el mismo AMLO, luego de varios meses de negar la violencia, tuvo que condenar los hechos.
Ya desde septiembre de 2021, Human Rights Watch emitió un comunicado alertando por el abandono de migrantes en la selva guatemalteca por parte de autoridades migratorias mexicanas. En aquél entonces, la Sedena admitió que sus órdenes eran detener “toda la migración”, en medio de reclamos por la brutal actuación de la Guardia Nacional reprimiendo y golpeando migrantes.
En tan solo tres meses, este operativo antiinmigrante ha interceptado a 124 mil migrantes, más del doble de los detenidos en el mismo periodo del año pasado. Con la crisis agudizada por la pandemia, la precarización y el aumento de la violencia como principales causas, México se ha posicionado como el tercer país a nivel mundial con más solicitudes de asilo humanitario.
