Las acciones de contención que aplica México representan un riesgo para muchos migrantes y solicitantes de asilo, según un estudio realizado por Washington.
Las acciones de contención que aplica México en su frontera sur representan un riesgo para muchos migrantes que son víctimas de abusos, discriminación y condiciones precarias, reconoce una investigación publicada este jueves que alerta sobre el agravamiento de la situación ante el aumento del flujo de migrantes este año.
El estudio de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en inglés) sostiene que el enfoque aplicado por México para atender la problemática “no permite abordar de forma constructiva los altos niveles de migración” y “provoca una crisis humanitaria para migrantes y solicitantes de asilo vulnerables”.
Pese a los cuestionamientos hechos por organizaciones humanitarias y activistas contra las limitaciones que impone en los últimos años México a los migrantes, a instancias de Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador defiende la política de contención alegando que es “riesgosa” la travesía por el país latinoamericano y que es necesario asegurar la integridad de los extranjeros.
López Obrador también exhorta al gobierno de Estados Unidos a involucrarse de manera más decidida e invertir cuatro mil millones de dólares para financiar programas sociales en Centroamérica que permitan atender las causas de la migración.
“Las políticas que pretenden bloquear o contener la migración no aportan soluciones a nadie; sólo aumentan la vulnerabilidad y el sufrimiento de las personas migrantes”— Stephanie Brewer, directora para México y Derechos de los Migrantes de WOLA
Brewer habló sobre los resultados que arrojó la investigación que incluyó una visita entre febrero y marzo de una delegación del centro a la ciudad fronteriza de Tapachula, Chiapas, donde sostuvieron reuniones con solicitantes de asilo, activistas y autoridades.
En las entrevistas los migrantes denunciaron que deben enfrentarse a la extorsión o a la detención por parte de agentes de migración y fuerzas de seguridad mexicanas, y que cuando consiguen presentar las solicitudes de asilo deben esperar muchos meses y enfrentar obstáculos para obtener la documentación necesaria para acceder a un empleo, refiere el estudio.
En 2021 México recibió 130 mil 627 solicitudes de asilo —la tercera cifra más alta de cualquier país del mundo— de personas provenientes de Haití, Honduras, Cuba, Venezuela, El Salvador, Guatemala, Brasil, Nicaragua y Colombia.
WOLA alertó que durante este año el flujo sigue en aumento y ya para abril se habían acumulado más de 40 mil solicitudes de asilo. “El sistema de asilo del país no fue diseñado con esas cifras en mente, lo que está provocando retrasos y sufrimiento innecesarios”, sostiene el centro de estudios.
Ante el complejo panorama Maureen Meyer, Vicepresidenta de Programas, planteó que la Cumbre de las Américas de la próxima semana podría ser una oportunidad para que los líderes regionales aborden sus fallos en la protección de los migrantes y solicitantes de asilo.
El Grupo de Trabajo de Centro y Norteamérica sobre Migración, en el que participan académicos, expresidentes y líderes sociales de distintos países, presentó el mes pasado un informe con 70 recomendaciones para los países de la región en el que, entre otras cosas, instaron a abrir nuevas vías para la migración legal y atajar las causas no solo económicas de la migración, sino también las políticas, como la corrupción o el acceso a la justicia.