Crisis de migración en el Caribe: miles de vidas en riesgo.
San José, 30 ago (EFE).- En lo que va de 2024, al menos 291 migrantes han desaparecido o muerto en las peligrosas rutas marítimas del Caribe. Esta cifra, alarmante y en constante crecimiento, subraya la urgencia de aumentar las acciones internacionales de protección. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha señalado que este dato representa un incremento del 18% en comparación con los 247 casos registrados durante todo el 2023.
Las cifras indican que la ruta más peligrosa es la que conecta Cuba con Estados Unidos, con un total de 142 víctimas. Le sigue la ruta entre República Dominicana y Puerto Rico con 91 muertes y desapariciones. Menores, pero igualmente preocupantes, son las cifras de la ruta hacia las Islas Canarias y la de Haití a República Dominicana, con 15 y 1 caso, respectivamente. La situación revela no solo una realidad trágica, sino la necesidad de respuestas coordinadas a nivel internacional.
Condiciones extremas y tráfico de personas.
El monitor regional para las Américas del Proyecto Migrantes Desaparecidos, Edwin Viales, destaca que las condiciones naturales y del clima en estas rutas son extremadamente peligrosas. Esto, junto con la desaparición forzada de migrantes por parte de traficantes, contribuye a que muchas embarcaciones desaparezcan sin dejar rastro. “El panorama no es alentador. Ahora más que nunca son necesarios todos los esfuerzos internacionales coordinados en el Caribe para salvar vidas”, expresó Viales.
Es importante recalcar que estas rutas de migración no solo son utilizadas por personas de Latinoamérica y el Caribe, sino también por migrantes de África. Recientemente, se descubrieron los restos de 14 personas originarias de Senegal y Mauritania en una embarcación que naufragó en las costas de República Dominicana. Este tipo de tragedias transcontinentales está en aumento, lo que refuerza la urgencia de implementar medidas efectivas de protección.
Iniciativas para afrontar la crisis migratoria.
En respuesta a esta crisis, la OIM ha presentado tres importantes iniciativas sobre migración en el Caribe. Una de ellas, liderada por el periódico cubano El Toque, se enfoca en recopilar información sobre muertos y desaparecidos en estas rutas. Otra, “Ruta de la vida” en República Dominicana, busca concienciar y educar sobre los riesgos de las rutas irregulares. Por último, un proyecto de la organización HIAS está dirigido a brindar apoyo a los países caribeños afectados por esta problemática.
A lo largo de 2023, la OIM también fue testigo de denuncias de 105 migrantes desaparecidos en la ruta entre San Andrés y la frontera entre Honduras y Nicaragua. Se sospecha que esos casos involucran desapariciones forzadas por grupos dedicados a la trata de migrantes. Todo esto refleja la creciente peligrosidad y la falta de control sobre las rutas que utilizan los migrantes en su búsqueda de una vida mejor.
La necesidad de una respuesta urgente.
La información recopilada y los testimonios de migrantes resaltan la imperiosa necesidad de respuestas coordinadas y efectivas. La colaboración internacional es vital para frenar el aumento de desapariciones y asesinatos en estas rutas. Sin un esfuerzo colectivo, la tragedia seguirá incrementándose, dejando un saldo aún mayor de víctimas entre aquellos que buscan seguridad y oportunidades.
La situación actual en el Caribe no es solo una crisis de migración; representa un desafío humanitario que requiere atención urgente. Los actores internacionales, gobiernos y organizaciones deben unirse para abordar las causas profundas de la migración y asegurar que los derechos de los migrantes sean protegidos. Esto no solo podría salvar vidas