De acuerdo al testimonio de Kimberli Ortega, migrante de nacionalidad ecuatoriana, las personas fueron retenidas y encerradas durante varios días, con escasez de agua, además de que les pidieron dinero para poder seguir avanzando.
La capacidad de las autoridades migratorias en la frontera sur de México se ha visto limitada en medio del incremento de peticiones de asilo, que este año han alcanzado 75 mil solicitudes y que, según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), se espera cerrar el año llegando a la cifra inédita de 150 mil.
La imagen muestra al menos 50 migrantes rodeados por rejas bajo 110 grados en el área de Ajo en la frontera con México.
Datos recientes muestran una disminución del 42% comparado con los niveles mostrados en mayo de este mismo año
La Oficina de Control y Patrullaje Fronterizo (CBP) de Estados Unidos habilitó su app CBPOne para ofrecer citas para asilo en ocho puntos de entrada en la frontera con México durante 23 horas al día.
Se dispara 302% el registro de indocumentados que usan esa vía para llegar a México; se enfrentan a picaduras de animales, cocodrilos, pantanos…
Más de 300 migrantes desplazados por la violencia han exigido al gobierno de Estados Unidos que se vigilen los sistemas utilizados para solicitar el asilo humanitario.
Las autoridades federales, encabezadas por el FBI y el Departamento de Inmigración, intensificaron los operativos en respuesta al aumento del flujo migratorio ilegal a través del río Bravo.
La inseguridad y el temor se han convertido en una preocupación creciente para los migrantes deportados desde Estados Unidos.
Las autoridades panameñas advirtieron sin embargo de los peligros de cruzar esta selva y subrayaron “que aunque la migración es un derecho universal, es importante realizar la movilidad de forma regular, ordenada y segura”.
