Los extranjeros, en su mayoría venezolanos, centroamericanos y africanos, buscan como primer destino una nueva oficina del Instituto Nacional de Migración (INM) en la que puedan regularizar su situación en México, porque en Tapachula no consiguen visas humanitarias.
Bajo una fuerte lluvia, cubiertos con paraguas, cartones, bolsas, impermeables y toallas, emprendieron el viaje a las 06.30 horas (11.30 GMT), sin importar la adversidad del clima.
En un primer avance, caminaron más de 8 kilómetros, por lo que ya pasaron el primer retén migratorio donde estaban algunos agentes de la Guardia Nacional (GN) y el INM, que se limitaron a observar el avance del contingente.
El director del Centro de Dignificación Humana, Luis Rey García Villagrán, expuso que en total hay más de 5.000 familias, incluyendo a cerca de 93 mujeres embarazadas y 3.000 niños.
“Es necesario que esta crisis migratoria se atienda conforme a la ley, visas humanitarias por un año, inmediatamente, que sean válidas en territorio nacional”, declaró a Efe García Villagrán, activista conocido por acompañar y defender las caravanas de migrantes.