La primera caravana migrante de la administración de Claudia Sheinbaum Pardo (CSP) partió de la frontera Sur hacia la Ciudad de México, con cientos de indocumentados demandando un cambio en la política migratoria. Este movimiento surge tras la trágica masacre de seis migrantes de Egipto, Perú y El Salvador por parte del Ejército mexicano. La caravana, que se originó en Tapachula, Chiapas, tiene como objetivo llegar a la capital mexicana y eventualmente cruzar hacia Estados Unidos, sin el apoyo de organizaciones o activistas.
Motivos de la Movilización
Los migrantes en esta caravana piden una “frontera humana, sensible y de libre tránsito”. Según el secretario de Protección Civil de Tapachula, Luis Demetrio Martínez, el gobierno local brindará asistencia a la caravana para garantizar su salida segura del municipio. Previo a su partida, los migrantes se arrodillaron en el parque central Miguel Hidalgo para orar por un camino seguro y solicitar a las autoridades mexicanas el permiso para continuar hacia su destino.
La migrante venezolana, Maryoris Blanco, expresó su esperanza de que el gobierno de Sheinbaum implemente una política migratoria más humana que incluya a los migrantes en vez de relegarlos a la condición de “invasores”. Según ella, muchos migrantes huyen de situaciones extremas en sus países, como en Venezuela, donde las condiciones han empeorado drásticamente.
La Realidad de los Migrantes
Otros migrantes, como Rodrigo Álvarez de Colombia, han decidido unirse a esta movilización para sentir mayor seguridad en su viaje. Muchos migrantes han pasado un tiempo considerable en Tapachula, y han visto desvanecerse sus recursos económicos. Álvarez destacó que hay una creciente vulnerabilidad al viajar solos, ya que son susceptibles a abusos por parte de la población local y el crimen organizado.
Apenas días después de la reciente masacre de migrantes, la situación se vuelve aún más urgente. La Presidenta Claudia Sheinbaum admitió que su gobierno tiene una estrategia para frenar la llegada de migrantes a México, que incluye vuelos de repatriación hacia sus países de origen y el despliegue de 36,000 agentes para tareas migratorias en el Sur de México.
Cambios en la Política Migratoria
Las caravanas migrantes son vistas por muchos como un recurso necesario para hacer frente a los abusos en su camino hacia el norte. A pesar de la disminución del 66% en las detenciones diarias de migrantes en la frontera de Estados Unidos, la migración irregular ha incrementado un sorprendente 193% en el primer semestre del año. Esta cifra eleva la presión sobre el gobierno mexicano, que busca controlar el flujo migratorio no solo en el sur, sino a lo largo de todo el país.
La lucha por un trato justo y humano: Ayer, operativos en Morelos y Puebla resultaron en la detención de 51 migrantes de diferentes nacionalidades. Las autoridades describieron estas acciones como un “rescate”, pero muchos migrantes ven en estos operativos un reflejo de las severas medidas implementadas por el gobierno para controlar su avance hacia el norte.
La caravana enfocada en alcanzar un trato más justo representa no solo una lucha por la seguridad, sino también un llamado a las autoridades mexicanas y a la administración de Sheinbaum para que su política migratoria sea más inclusiva y humana. La comunidad migrante debe unirse para exigir cambios que garanticen su derecho a la libre movilidad y seguridad en su trayecto hacia Estados Unidos.
Con determinación y esperanza, los migrantes marchan hacia la Ciudad de México, donde piden una respuesta a sus demandas. Esta es una lucha que no solo busca un tránsito seguro, sino también la dignidad y el reconocimiento de su humanidad por parte de las autoridades mexicanas. La presión sobre el gobierno está en aumento mientras las voces de los migrantes resuenan con claridad y firmeza.