En un giro inesperado para la situación migratoria en Ciudad Juárez, los albergues que fueron preparados para atender a miles de migrantes se están quedando vacíos. A pesar de las alarmantes advertencias previas y las promesas de un aumento en los flujos migratorios, las instalaciones recién inauguradas para atender a personas retornadas apenas han recibido a un número insignificante de deportados.
Uno de los principales centros de atención en la región, destinado a recibir hasta 2,500 migrantes, apenas alberga a unos 70 migrantes mexicanos que han sido repatriados. Este vacío alarmante pone en duda las proyecciones sobre la crisis migratoria que muchos temían, basadas en las declaraciones de figuras políticas como el presidente Donald Trump.
Enrique Serrano, del Consejo Estatal de Población de Chihuahua, sorprendió a todos al afirmar que no ha habido un incremento significativo en el número de deportaciones, contrario a lo que muchos habían anticipado. Las expectativas de un gran flujo migratorio, alimentadas por los discursos políticos, han sido desmentidas por la realidad.
A pesar de los esfuerzos por mantener los albergues preparados, las 700 camas disponibles en el centro de atención están vacías, y los baños y regaderas están prácticamente sin uso. Las autoridades locales se enfrentan a una situación que parecía imposible: enormes instalaciones sin la demanda que se había previsto.
El panorama en Ciudad Juárez es aún más sorprendente. A pesar de las estimaciones iniciales de que más de 3,000 migrantes se encontraban en las calles de la ciudad, los datos más recientes revelan que muchos migrantes han regresado a sus países de origen. Con la disminución del flujo migratorio, los albergues, en lugar de estar desbordados, han comenzado a vaciarse.

Otros albergues de la ciudad enfrentan una situación similar. En La Casa del Migrante y en El Buen Samaritano, la ocupación no supera el 30% de su capacidad, lo que refleja un descenso notable en el número de migrantes que buscan refugio en estos lugares. Según Juan Fierro García, director de El Buen Samaritano, muchos migrantes han optado por regresar a la Ciudad de México o incluso viajar a Tapachula, buscando nuevas oportunidades.
¿Dónde están los migrantes? El flujo de deportados y migrantes parece haber vuelto a sus niveles más bajos, y las cifras sugieren que la situación podría haber cambiado de forma permanente. Para Juan Fierro, no es cuestión de un cambio drástico en las deportaciones, sino simplemente que el flujo migratorio sigue su curso habitual, sin los aumentos espectaculares que algunos esperaban.
A pesar de la tranquilidad en los albergues, la seguridad sigue siendo una prioridad en la frontera. Las autoridades de la Patrulla Fronteriza, la Guardia Nacional y la Policía Estatal de Texas mantienen una vigilancia constante, listos para actuar ante cualquier intento de cruce ilegal. Pero por ahora, el gran temor de una crisis migratoria en la región parece haberse disipado, dejando a los albergues de Chihuahua con más espacio del que nunca imaginaron.