Un reciente monitoreo de ACNUR revela que en 2025, aproximadamente el 61 % de los migrantes que ingresan a México de forma irregular lo hacen huyendo de violencia, amenazas o intimidación en sus países de origen —una proporción mayor al 53 % del año anterior. Además, **el 80 % afirma que enfrentaría riesgos severos si regresara.
El estudio, llamado Monitoreo de Protección 2025, entrevistó a mil 490 personas en puntos migratorios clave como Tapachula, Ciudad Juárez y Tijuana, así como en lugares con mucho tránsito migratorio como Ecatepec y Monterrey. En estas encuestas, se preguntó por razones de salida y riesgos futuros, permitiendo a ACNUR estimar cuántas personas muy probablemente necesitan protección internacional.
Otro hallazgo importante fue el cambio en los destinos esperados: en 2025, el 66 % de los entrevistados dijo que México era su destino final, mientras que sólo el 31 % tenía a Estados Unidos como meta. En 2024, esas proporciones eran casi inversas (57 % querían EE. UU. y 41 % se quedaban en México).
ACNUR también identificó que el 73 % de los migrantes encuestados no cuenta con documentos válidos o reconocimiento de asilo, lo que aumenta su vulnerabilidad en tránsito. Entre los riesgos reportados dentro de México, un 58 % refirió haber sufrido algún delito, incluyendo secuestro (22 %), robo (21 %) y extorsión (10 %).
La composición demográfica también muestra cambios: en 2025, mayor proporción de adultos viajando solos (52 %), comparado con familias o menores. Una de cada cuatro personas entrevistadas es niña, niño o adolescente, frente a una de cada tres en 2024.
Estos datos subrayan que las rutas migratorias no son sólo desplazamientos económicos, sino huida de condiciones que ponen en peligro la integridad física y emocional.












