Migrantes mexicanas y de otros países se encuentran en Tijuana, ciudad fronteriza, en espera de una oportunidad para cruzar a EU.
Más de 350 migrantes que mantenían un campamento a unos metros del puerto fronterizo de San Ysidro, en la ciudad mexicana de Tijuana, fronteriza con Estados Unidos, fueron reubicados este sábado por las autoridades de Gobierno y de migración en diversos albergues de la ciudad.
La llegada constante de personas migrantes a la frontera y al campamento en buscando asilo humanitario en Estados Unidos estaba comenzando a ser una problemática de coordinación con las autoridades.
Por tal motivo, entre personal de Gobierno y de migración realizaron labores de convencimiento para darle a los migrantes un resguardo en espacios donde tendrían mejores atenciones y seguridad, bajo el compromiso de respetarles sus lugares de ingreso a EU.
La comunidad migrante en Tijuana crece
Enrique Lucero Vázquez, director municipal de Atención al Migrante en Tijuana, compartió a EFE que el crecimiento exponencial del campamento fue una llamada de atención, por lo que era necesario establecer acciones conjuntas para no dejar que ello se convirtiera en un problema mayor.
“De 30 personas que había el lunes, el viernes ya eran 348, entre ellos casi 100 niños, y ya se estaba creando un problema de salud, además que estaban obstruyendo dos vías de acceso peatonal para las personas que cruzan diariamente a Estados Unidos, por lo que se tomó la decisión de reubicarlos”, dijo.
Agregó que a los migrantes les explicaron las razones por las cuales se llevaría a cabo la reubicación, además que se les realizó un censo por familia y por persona con el compromiso de respetar el lugar de ingreso para sus citas, que ya habían generado previamente los propios migrantes.
Alrededor de 140 personas fueron dirigidas a un albergue de Gobierno acondicionado en una unidad deportiva, a unos 15 kilómetros de la frontera, y el resto se fueron a diversos hoteles de la ciudad, en donde esperarán a sus llamados.
PROBLEMAS DE SALUD
Enrique Lucero Vázquez, director municipal de Atención al Migrante en Tijuana, compartió a EFE que el crecimiento exponencial del campamento fue una llamada de atención, por lo que era necesario establecer acciones conjuntas para no dejar que ello se convirtiera en un problema mayor.
“De 30 personas que había el lunes, el viernes ya eran 348, entre ellos casi 100 niños, y ya se estaba creando una problema de salud, además que estaban obstruyendo dos vías de acceso peatonal para las personas que cruzan diariamente a Estados Unidos, por lo que se tomó la decisión de reubicarlos”, dijo.
Agregó que a los migrantes les explicaron las razones por las cuales se llevaría a cabo la reubicación, además que se les realizó un censo por familia y por persona con el compromiso de respetar el lugar de ingreso para sus citas, que ya habían generado previamente los propios migrantes.
Alrededor de 140 personas fueron dirigidas a un albergue de Gobierno acondicionado en una unidad deportiva, a unos 15 kilómetros de la frontera y el resto se fueron a diversos hoteles de la ciudad, en donde esperarán a sus llamados.
MIGRANTES DIRIGIDOS A LA CBP
El funcionario resaltó que los migrantes crearon una lista que está en manos de personal del Instituto Nacional de Migración (INM), con la cual estarán llevando a cabo el proceso de manera ordenada y en coordinación con los agentes de la Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) de Estados Unidos.
También dijo que a pesar que en este caso hubo una respuesta favorable de los migrantes, sabe que la situación “en cualquier momento se puede repetir, pues hay un rezago de migrantes muy importante”.
BUSCAN SEGURIDAD PARA SUS HIJOS
Cinthya Guadalupe Fonseca García, originaria del estado mexicano de Michoacán, era una de las migrantes que, junto con sus dos hijos, estuvo durante tres días en el campamento, esperando la oportunidad de ingresar y obtener el asilo, ya que vienen de una situación muy violenta en su comunidad natal.
“Me vine porque dispararon en mi casa y me amenazaron de muerte, yo no quería que pasara algo con mis niños”, dijo a EFE.
La mujer estuvo de acuerdo en que fueran reubicados al albergue donde ahora se encuentran por lo más importante para ella era resguardar la seguridad e integridad de sus hijos, además de que ya se estaba generando un caos entre los migrantes por el orden de la fila.
También dijo que a pesar que en este caso hubo una respuesta favorable de las y los migrantes, sabe que la situación “en cualquier momento se puede repetir, pues hay un rezago de migrantes muy importante”.
Migrantes buscan seguridad para sus familias
Cinthya Guadalupe Fonseca García, originaria del estado mexicano de Michoacán, era una de las migrantes que, junto con sus dos hijos, estuvo durante tres días en el campamento, esperando la oportunidad de ingresar y obtener el asilo, ya que vienen de una situación muy violenta en su comunidad natal.
“Me vine porque dispararon en mi casa y me amenazaron de muerte, yo no quería que pasara algo con mis niños”, dijo a EFE.
La mujer estuvo de acuerdo en que fueran reubicados al albergue donde ahora se encuentran, porque lo más importante para ella era resguardar la seguridad e integridad de sus hijos, además de que ya se estaba generando un caos entre los migrantes por el orden de la fila.
“Estábamos en las filas y llegaron muchas personas de otros países que se estuvieron metiendo solamente porque ellos querían, no quisieron hacer fila, entonces no queríamos que se metieran porque pues todos estamos ahí por necesidad y como no los dejamos se hizo un desorden”, señaló.
Ahora los casi 350 migrantes están a la espera de los llamados que realiza el CBP, institución que diariamente permite el acceso a entre cinco y ocho personas.
El campamento refleja lo que vive la frontera después de tres semanas de que terminó el Título 42 en Estados Unidos, medida que adoptó Donald Trump (2017-2021) y después continuó el presidente Joe Biden para expulsar a migrantes de inmediato con el argumento de la pandemia de COVID-19.
Hasta ahora, la frontera norte de México se ha mantenido en relativa tranquilidad con constante llegada de migrantes, albergues a su máxima capacidad y apenas este arribo de extranjeros a la línea fronteriza entre ambos países.
Tras el fin del Título 42, Estados Unidos instauró el Título 8 y nuevas restricciones para solicitar asilo.
La región afronta un inédito flujo migratorio, con más de 2,76 millones de indocumentados interceptados por Estados Unidos en la frontera con México en el año fiscal 2022.