Un bote volcado frente a las costas de California con 30 personas a bordo, cada una de las cuales había pagado más de US$15.000 para ser llevadas de México a Estados Unidos, constituye una nueva evidencia de cómo el tráfico de personas ahora se hace en mar abierto.
Este año, ha habido un “drástico incremento” de los intentos de tráfico marítimo de personas, como este en el que murieron tres personas luego de que su embarcación chocara contra unas rocas, según afirman agentes del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (Customs and Border Patrol, CBP) de San Diego.
Las cifras del sector de San Diego muestran que los agentes han arrestado a 909 personas y confiscado 76 barcos en el mar durante este año fiscal, iniciado en octubre de 2020, según datos suministrados a InSight Crime por funcionarios del CBP.
Por otro lado, 2021 ya se acerca a un incremento de 40 por ciento de detenciones en el mar.
En un comunicado del 30 de abril, representantes del CBP afirmaron que la unidad de San Diego estaba reforzando las patrullas para detener los azarosos pasos marítimos. Solo dos días después de la advertencia, ocurrió el mortal accidente.
El barco de arrastre de 12 metros, con 32 personas a bordo estaba en medio de un temporal cuando chocó con un arrecife cerca de Point Loma, península a unos 32 kilómetros al norte de la frontera entre México y Estados Unidos, según el comunicado del CBP. Del naufragio salieron 29 personas con vida; cinco de ellas tuvieron que ser hospitalizadas. Tres pasajeros, todos mexicanos, murieron, según el departamento forense de San Diego (San Diego Medical Examiner’s Office).
El señalado como capitán del barco ahora enfrenta cargos relacionados con el mortal accidente, según expedientes judiciales. Antonio Hurtado, de 39 años, está acusado de intentar introducir migrantes indocumentados por un lugar diferente a un puerto de entrada legal, y de agresión a un agente federal, según una denuncia penal presentada el 4 de mayo en el Distrito Sur de California. Ambos se consideran delitos graves.
Con excepción de un guatemalteco, todos los pasajeros del barco eran oriundos de México, según documentos de la corte, y solo tres pasajeros eran menores de 18 años.
De acuerdo con la denuncia, 21 de los sobrevivientes identificaron a Hurtado como capitán del barco. Los pasajeros declararon que pagaron entre US$15.000 y US$18.500 por el viaje.
Análisis de InSight Crime
El incremento de los intentos de tráfico marítimo de personas demuestra que los coyotes están buscando rutas más peligrosas y cobrando una tarifa adicional por la posibilidad de pasar a Estados Unidos, especialmente en medio de una oleada de adultos mexicanos que esperan encontrar oportunidades laborales en ese país.
En el año fiscal de 2020, los agentes contaron 1.273 aprehensiones en el mar, casi el doble frente a 662 detenciones en el mismo periodo de 2019, según datos del CBP a los que tuvo acceso InSight Crime. Los intentos de coyotaje también subieron de 195 a 309, y los barcos confiscados pasaron de 80 a 118.
En general hay un aumento de los cruces ilegales de la frontera, en parte motivados por un incremento de adultos solteros de México, quienes representan hasta el 60 por ciento de las aprehensiones a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México durante el presente año fiscal, según el CBP. Esto constituye un cambio importante frente a los años anteriores, cuando las familias solicitantes de asilo, los menores no acompañados y adultos procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras constituían el grueso de quienes intentaban ingresar de manera ilegal a Estados Unidos.
Con la reapertura de la economía estadounidense por la rápida adopción de la vacunación, mientras que México aún padece la pandemia de COVID-19, muchos adultos de México se ven atraídos hacia el norte por la posibilidad de acceder a oportunidades laborales.
La oleada de aprehensiones también puede estar motivada por una política federal, conocida como el Título 42, implementada como medida durante la pandemia por el expresidente Donald Trump y que ha mantenido el presidente Joe Biden. Esta requiere que los agentes fronterizos deporten inmediatamente a cualquier adulto extranjero que intente ingresar ilegalmente al país.
Muchos son detenidos y devueltos a México sin más dilación, solo para intentarlo de nuevo. Los coyotes se benefician de esto, pues cobran por múltiples intentos de ingreso.
Un agente federal estadounidense en El Paso declaró al Dallas Morning News que el Título 42 es “oro” para los grupos dedicados al tráfico de personas. “Entre más difícil lo hagamos, más rentable se vuelve”, observó el agente.
La gente está dispuesta a pagar miles de dólares para ser llevada en barco en condiciones de alto riesgo, como en el caso del arrastrador que colapsó frente a las costas de San Diego, con un saldo de tres muertos.
“Cuando interceptamos embarcaciones sospechosas, por lo general encontramos condiciones de poca seguridad, con muchas personas apiñadas en barcos pequeños sin el equipo de seguridad necesario”, declaró el director de operaciones aéreas y marinas del CBP San Diego Michael Montgomery en un comunicado.
“A las personas que van en estas pequeñas embarcaciones, en el intento por ingresar ilegalmente a Estados Unidos, muchas veces no se les advierte de los peligros que enfrentarán en el trayecto, y no van preparadas. Terminan en mar abierto, en una barcaza sin alimentos ni agua ni equipos de seguridad o protección contra los elementos”.
Te recomendamos:
- Source: cssigniter.com
- Via: Premium WordPress Themes