En Los Ángeles, trabajadores jornaleros migrantes siguen acudiendo a los estacionamientos de tiendas Home Depot en busca de empleo temporal, aun cuando conocen que son blanco de redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). La necesidad económica supera el temor: muchos deben mandar dinero a sus familias, pagar renta o simplemente tener algo con qué comer.
Pedro, un jornalero centroamericano, dice que durante los cuatro operativos que se han realizado entre junio y agosto frente al Home Depot del barrio Westlake, nunca le ha tocado ser detenido. Pero admite que él y otros llegan desde temprano: desde las seis de la mañana se quedan ahí esperando un camión, un cliente que necesite ayuda con materiales, o alguna obra en la que trabajar.
Entre los operativos más recientes figura la operación llamada “Caballo de Troya” (Operation Trojan Horse), realizada el 6 de agosto, donde agentes federales llegaron haciéndose pasar por patrones o empleadores, detuvieron a jornaleros en camiones de mudanzas y colectaron personas en los estacionamientos. Otro operativo similar ocurrió el 29 de agosto, con detenciones de entre 8 y 15 trabajadores.
Para muchos de estos jornaleros, la posibilidad de que los arresten ronda todos los días, pero pesa más la urgencia de trabajar. Martha Arévalo, directora de la organización CARECEN, describe un ambiente de miedo constante: balas de goma, gases lacrimógenos, vehículos del ejército; elementos que agudizan la tensión en la comunidad, pero no han bastado para que todos dejen de salir a buscar empleo.
Grupos de apoyo comunitario han reaccionado desarrollando protocolos de seguridad: alertas tempranas cuando hay rumor de redada, vigilancia en “esquinas de jornalero”, voluntarios que monitorean y dan aviso si ven presencia de autoridades migratorias. También han iniciado campañas como Adopta una Esquina del Jornalero para visibilizar la situación y ofrecer ayuda. La realidad muestra que, aunque las redadas sean frecuentes y las consecuencias dolorosas para muchos, para otros no actuar significaría dejar sin sustento a sus familias.