La temporada navideña vuelve a activar uno de los mayores flujos de viajeros y migrantes hacia Estados Unidos, y con ello se endurecen los tiempos de espera y los controles de ingreso. Las autoridades fronterizas anticipan un incremento significativo de cruces, por lo que recomiendan llegar preparados para evitar complicaciones que puedan retrasar o incluso impedir la entrada al país.
El primer paso, subrayan, es la documentación. Desde pasaporte y visa vigente hasta permisos como el ESTA o credenciales con estándares de seguridad como REAL ID, cada viajero debe asegurarse de portar el documento adecuado según su estatus migratorio. Un error común es asumir que ciertos permisos pueden gestionarse al llegar a la frontera, cuando en realidad deben ser aprobados con anticipación.
También se prevé que los puntos de entrada experimenten demoras largas durante las horas pico, especialmente entre media mañana y la tarde. Quienes viajen en vehículo podrían enfrentar filas que superen una hora, por lo que se aconseja anticipar el cruce, mover los planes a primera hora del día o incluso considerar viajar la noche anterior para agilizar el tránsito.
Durante la inspección, detalles pequeños pueden ahorrar tiempo: llevar los documentos a la mano, bajar ventanillas, retirar accesorios del rostro y seguir las indicaciones del agente migratorio evita retrasos innecesarios. En temporadas de alta demanda, cada segundo cuenta, y una interacción rápida ayuda tanto al viajero como al resto de la fila.
Otro punto clave es el tipo de productos que se transportan. Muchos artículos que parecen inofensivos pueden ser motivo de inspección o multa: alimentos frescos, plantas, semillas o derivados animales suelen estar restringidos. Lo mismo ocurre con sustancias que, aunque legales en ciertos estados, continúan prohibidas a nivel federal. Declarar cualquier artículo dudoso puede evitar sanciones o la incautación de pertenencias.
Para miles de personas que viajan desde México y el resto de Latinoamérica —ya sea por turismo, por trabajo temporal o para visitar a familiares migrantes— estas recomendaciones no solo facilitan un viaje, sino que representan la diferencia entre un cruce tranquilo y un proceso lleno de estrés. En un sistema migratorio altamente regulado, cualquier descuido puede tener consecuencias mayores.
La temporada navideña evidencia algo esencial: entrar a Estados Unidos sin contratiempos no depende solo de tener buenas intenciones, sino de estar preparado. Con reglas estrictas y una vigilancia reforzada, cada viajero debe asumir que el éxito del cruce depende de la planificación, la honestidad y el cumplimiento puntual de cada requisito. En un momento del año donde el movimiento humano aumenta, no hacerlo puede arruinar un viaje esperado durante meses.
