Grupos de migrantes han denunciado cómo el Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT) y autoridades policiales, han construido un lucrativo negocio a partir de tarifas elevadas y asaltos carreteros en las terminales camioneras hondureñas. Los migrantes que pretenden llegar a la frontera con Guatemala, en Agua Caliente, a través de la terminal de Tatumbla han contado cómo, por su condición irregular, se ven obligados a pagar más del doble de la tarifa normal, además, en el camino son extorsionados por quienes tienen la obligación de protegerlos.
Equipo infiltrado del periódico El Heraldo, pudo documentar cómo el IHTT ignora las tarifas aprobadas para el traslado sólo en el caso de migrantes, pues el costo para los usuarios hondureños se mantiene sin cambios. Los extranjeros que llegan a la terminal desde Danlí hasta Tatumbla deben desembolsar 20 dólares (492.6 lempiras), cuando hasta ese punto el traslado no debería exceder las 90 lempiras.
Para realizar el trasbordo deben volver a pagar precios inflados, pues mientras un boleto de Tatumbla a Agua Caliente normalmente vale 500 lempiras, los indocumentados deben pagar 793. Sin embargo, al existir un monopolio de transporte, pues el IHTT penaliza a los buses no certificados que transporten indocumentados, los migrantes tienen otra opción que pagar el costo extra.
Ya con destino a Guatemala, en el camión (que tienen una capacidad aproximada para 50 personas), los migrantes fueron detenidos alrededor de las 9 pm en medio de la carretera que conduce de Santa Bárbara a Ocotepeque, a la altura de La Ceibita, por un grupo de seis policías, ahí hacen la señal de alto para indicarle al camión que debía estacionarse y abrir las puertas.
Los uniformados, que utilizaban la vestimenta de la Policía Nacional de Honduras, dan indicaciones a los pasajeros indicando un operativo, por lo que les piden descender del autobús con sus documentos y separarse por países. Una vez organizados y separados por sexo, los oficiales les solicitan una y otra vez documentos que, en su estatus de migrantes, no siempre poseen. Aprovechando esta situación los uniformados empiezan a extorsionarlos: “si quieren seguir, todos van a pagar”.
A pesar de que los pasajeros ya han pasado por la inspección del Instituto Nacional de Migración (INM) y han conseguido su permiso de circulación conocido como “salvoconducto”, estos migrantes tienen que sufrir la intimidación de los policías hondureños, quienes los obligan a pagar de 20 a 50 dólares por cada miembro de la familia para permitirles subir de nuevo al camión.
Una de las víctimas comentó: “esto pasó con todas las familias, somos cuatro, los cuatro pagamos, llevamos tres semana de camino, es muy duro, durísimo. Les pedimos a las autoridades que no pidan dinero, venimos porque tenemos necesidad, en Ecuador están matando”.
1 comentario
pero si eso siempre a sucedido yo en el 2009 emigre. y la policía en ocotepeque me quitaron mucho dinero xk llevaba a mi hija en ese entonces ella tenía 4 años s
La verdad son unos ladrones sinvergüenzas cual proteger al ciudadano