En la Ciudad de Panamá se reporta un descenso en la cantidad de migrantes que han cruzado la selva del Darién en su camino hacia Estados Unidos en comparación con el año anterior, según declaró el comisionado Jorge Gobea, director de la policía fronteriza de Panamá (Senafront). Hasta la fecha en 2024, han cruzado 212,000 personas desde Colombia, lo que representa 9,000 personas menos que el mismo periodo en 2023.
Una de las razones de este descenso es la intervención de las autoridades panameñas, quienes han cerrado varios senderos y pasos clandestinos en la jungla, utilizados frecuentemente por el crimen organizado para movilizar migrantes. Gobea destacó que más de 4,7 kilómetros de la frontera han sido cercados incluyendo más de cinco pasos clandestinos.
El nuevo presidente de Panamá, José Raúl Mulino, quien asumió el cargo el 1 de julio, ha prometido gestionar el cierre de rutas migratorias a través del Darién y facilitar la repatriación voluntaria de migrantes a sus países de origen. Esto como parte de un acuerdo con Estados Unidos que aportará seis millones de dólares para financiar los vuelos de repatriación y otros gastos asociados.
Las condiciones climáticas adversas de la temporada lluviosa también contribuyen al descenso de la afluencia de migrantes, una tendencia que ha sido similar en años pasados. Sin embargo, la estrategia del cierre de pasos tiene como objetivo canalizar el flujo migratorio a través de rutas más seguras y evitar el acecho de bandas criminales. En 2023, más de medio millón de migrantes atravesaron esta peligrosa ruta donde enfrentaron numerosos peligros naturales y amenazas de grupos criminales. La mayoría eran venezolanos, pero también se registraron haitianos, ecuatorianos, colombianos y chinos, quienes luego continuaron su viaje hacia Costa Rica en autobús como parte de su travesía hacia el norte.