EE. UU. evalúa ampliar su prohibición de viajes a hasta 30 países luego del reciente tiroteo en Washington, un hecho que desató una respuesta inmediata de seguridad nacional. La propuesta contempla endurecer el actual veto migratorio y convertirlo en una de las medidas más amplias de los últimos años.
Actualmente ya existe una lista de países con restricciones totales o parciales, pero la nueva medida podría sumar más de una decena adicional. De aprobarse, miles de viajeros —incluidos solicitantes de asilo y personas con procesos migratorios activos— quedarían automáticamente bloqueados para ingresar al país.
El impacto sería especialmente fuerte para quienes planeaban viajar legalmente a Estados Unidos, ya sea por motivos familiares, humanitarios o laborales. La incertidumbre también afectaría a quienes ya están en trámites, pues muchos procesos podrían frenarse o ser reevaluados bajo criterios más estrictos.
Organizaciones de migración advierten que la ampliación del veto podría empujar a más personas hacia rutas irregulares, incrementando riesgos como explotación, tráfico humano o detenciones prolongadas en países de tránsito.
Aunque todavía no se conocen los países específicos que integrarían la nueva lista, la intención de endurecer la política migratoria genera preocupación en varias regiones, que temen quedar aisladas o ver bloqueada la salida de ciudadanos vulnerables.
Con el debate avanzando y sin una lista definitiva, lo único claro es que Estados Unidos se prepara para un giro migratorio que podría afectar a decenas de miles de personas. Si la medida se confirma, el panorama para 2026 apunta a más restricciones, más incertidumbre y mayores desafíos humanitarios en el hemisferio.
