Después de los venezolanos, es la segunda nacionalidad que se lanza a cruzar por la selva que separa a Colombia de Panamá. En 2022, fueron 29.356 y ya se reportan desaparecidos y muertos
La selva del Darién es el espejo del desespero y las más variadas crisis que vive América Latina, también de las cambiantes y erráticas políticas migratorias de distintos países. Mientras, en 2021, miles de haitianos se arriesgaron a morir por esa espesa selva que separa a Colombia de Panamá; y en 2022 fueron los venezolanos quienes se lanzaron a las manos de los coyotes o traficantes para cumplir el sueño americano; ahora son los ecuatorianos en masa los que intentan cruzar la trocha que se ha convertido en cementerio.
La oficina de Migraciones de Panamá ha revelado que los ecuatorianos son la segunda nacionalidad que más atraviesa por el Darién de forma irregular. Al menos 29.356 cruzaron esa selva durante todo el 2022. Aunque no se compara con los más de 150.000 venezolanos que lo hicieron, sí muestra un aumento alarmante. Mientras en enero del año anterior fueron 100 migrantes por esa trocha, en diciembre pasaron por ahí 7.821.
El salto de migrantes ecuatorianos por El Darién se observa en septiembre y especialmente en octubre de 2022. De acuerdo con Lorena Mena Iturralde, directora de Continente Móvil, una consultoría dedicada a los estudios de migración, el número revela un cambio significativo en las rutas usadas por los ecuatorianos para estas travesías irregulares rumbo a los Estados Unidos y, al mismo tiempo un cambio en cuanto a cuáles son los factores de expulsión que lo están provocando
Que los ecuatorianos usen ahora esta ruta tiene que ver con cambios en las medidas migratorias de México. En 2021 estos migrantes podían entrar directamente a ese país, debido a una medida que regía desde 2018. Los ecuatorianos tomaban entonces aviones para entrar como turistas a México, pero luego se desplazaban hasta la frontera norte y se cruzaban ilegalmente a Estados Unidos.
Esa práctica generó cifras récord de ecuatorianos detectados en la frontera y, en 2021, México decidió cambiar sus medidas e imponer de nuevo una visa para el ingreso. Una vez cerró México, el flujo de migrantes se mudó a Guatemala y entonces, pocas semanas después ese país centroamericano comenzó a exigir un visado.
Ahí apareció por primera vez la ruta por Nicaragua. Los ecuatorianos comenzaron a viajar en avión hasta Managua, entraban como turistas y no regresaban a su país. Era el inicio de otra travesía terrestre para llegar a México y después a Estados Unidos. Sin embargo, se trata de una ruta costosa para la mayoría de migrantes que puede llegar a costar hasta 20.000 dólares. Así que El Darién se les ofrece como un camino más accesible, aunque no menos peligroso.
Según relatos de ecuatorianos que ya llegaron a Estados Unidos o que esperan el paso en México, a los migrantes les venden la ruta por el Darién como un paquete completo que sale de Quito, pasa el puente de Rumichaca, en la frontera sur de Colombia, y llega a la selva. Sin embargo, algunos no dimensionan la rudeza de ese trayecto.
No hay datos oficiales sobre cuántos ecuatorianos han desaparecido en la selva, pero de acuerdo con la ONG 1800 Migrante, con sede en Nueva York, van 16 muertos y 15 desaparecidos en esa ruta. El último caso conocido a finales de 2022 es el de una familia que perdió a tres mujeres, que arrastró un río que atravesaban en la selva. Fue hallado el cuerpo de una de ellas, pero sus familiares aún buscan los restos de las otras dos. “Yo no sabía que se iban por la selva, créame que, si hubiera sabido a lo que se enfrentarían, no enviaba a mi hija a ese viaje tan peligroso”, decía a la ONG, la madre de una de las desaparecidas.
Y no todos son nuevos en las travesías para conquistar el sueño americano. Muchos de los que atraviesan son personas que ya fueron devueltos desde México y ahora lo intentan por esta nueva ruta, explica la experta en migraciones. Para ella, en el alarmante aumento de migrantes de esta nacionalidad en ese periplo, tiene que ver también con un cambio en los factores de expulsión que están provocando esta salida masiva de ecuatorianos. “Durante años, los migrantes ecuatorianos argumentaban razones económicas y de desempleo; pero ahora también incluyen la inseguridad creciente en el país. Muchos hablan de un temor porque su vida corra peligro en Ecuador”.
Con más de 18 millones de habitantes, Ecuador ha enfrentado una serie de crisis económicas en los últimos años. En 2014 sufrieron un descalabro económico por la caída en los precios del petróleo. A eso se sumó el terremoto de 2016 que dejó 671 víctimas mortales y miles de damnificados; crisis políticas y paros indígenas; además de la pandemia. “Todo esto ha significado pérdidas de trabajo, deserción escolar y problemas de seguridad alimentaria. Ese cóctel ha contribuido a que a finales de 2020 y a comienzos de 2021 hubiera más factores que impulsaran a migrar”, explica Mena.