El cobro de piso, una forma alarmante de extorsión vinculada al crimen organizado, está alcanzando niveles récord en México, particularmente en la frontera con Estados Unidos, donde afecta directamente a los albergues de migrantes. Activistas y directores de refugios en Tijuana han denunciado el acoso y amenazas de muerte recibidas por parte de bandas criminales. El pastor Gustavo Banda Aceves, director del albergue Embajadores de Jesús, expresó que, aunque han recibido amenazas y han presentado denuncias ante el Ministerio Público, la situación no ha mejorado y los ataques continúan.
Aumento alarmante de casos de extorsión en Tijuana
El cobro de piso ha aumentado un 45.3% durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, en comparación con el sexenio anterior, según datos de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). En los primeros meses de este año, la crisis se ha vuelto aguda, reportándose en promedio 31 víctimas de extorsión por día, lo que equivale a más de una extorsión por hora, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Los peligros también afectan a activistas como Susana Barrales, coordinadora de La Casita de Unión Trans, quien ha vivido varias amenazas de muerte y actos de vandalismo este año. A pesar del riesgo, Barrales y otros activistas continúan su labor, enfrentándose a una realidad desesperante en Tijuana, donde la seguridad de ambos, migrantes y trabajadores humanitarios, se ve comprometida por la violencia del crimen organizado.
Infiltración del crimen organizado en albergues: un fenómeno creciente
Claudia Portela, administradora de Proyecto Salesiano Tijuana, señaló que la infiltración del crimen en los refugios es un fenómeno creciente, donde los delincuentes intentan convencer a los migrantes de pagar para cruzar la frontera de manera irregular. En sus instalaciones ha identificado casos de polleros infiltrados, tanto en el albergue de hombres como en el de mujeres, lo que eleva el riesgo de secuestros y extorsiones en un área ya marcada por la violencia.
El pastor Albert Rivera Colón, director del albergue Misión Ágape Mundial, también ha alertado sobre esta infiltración y las amenazas que enfrentan los migrantes que huyen de la violencia en sus lugares de origen y que continúan siendo perseguidos en Tijuana. Activistas temen que las continuas amenazas y extorsiones resulten en el cierre de los refugios, dejando a migrantes y desplazados sin protección en un entorno altamente peligroso.