El Instituto Nacional de Migración (INM) ha intensificado la represión contra los migrantes en Ciudad Juárez, Chihuahua, con el despliegue de más de 200 agentes federales para controlar el flujo de migrantes e impedir la formación de campamentos de migrantes a lo largo del Río Bravo.
Esta operación, que comenzó el 1 de abril, se produce cinco días después del trágico incendio en las instalaciones del INM en Ciudad Juárez que se cobró la vida de 40 migrantes. Los renovados esfuerzos del INM por asegurar la frontera han suscitado preocupación por los posibles riesgos y desafíos a los que se enfrentan los migrantes, en particular los que ya son vulnerables y buscan mejores oportunidades en Estados Unidos.
La instrucción que recibieron los agentes fue realizar acciones de control migratorio en el bordo del río Bravo y algunas zonas de esta comunidad fronteriza, para frenar los flujos migratorios irregulares en la región y ponerlos de inmediato a disposición para su traslado vía terrestre o aérea, trascendió. De manera oficial ni Garduño ni el INM dieron información del operativo.
También dieron a conocer que en la ciudad de Jiménez, al sur de Chihuahua, se pondrá en operaciones un Centro de Operaciones Regional, en coordinación con las oficinas regionales del INM en Durango y Coahuila, para cerrar el paso a los migrantes hacia la frontera norte, aunque el INM habla de rescate humanitario.
En el inicio del operativo, acompañaron a Garduño el comisario Seguismundo Doguin Garay y Héctor Martínez Castuera, director de Coordinaciones del instituto. También estuvo presente Esther Martínez Zúñiga, quien desde principios de marzo fue designada como titular de la Oficina de representación del INM en Chihuahua.
El aumento de la presencia de agentes del INM en la región también ha suscitado debates sobre la eficacia y la ética de dichas operaciones, así como sobre su posible repercusión en la cuestión más amplia de la migración en la región. La intensificación de la represión contra los migrantes en Ciudad Juárez no es un incidente aislado, sino que forma parte de una tendencia más amplia de aumento de las medidas de seguridad y control fronterizo en México y Estados Unidos.