La entrada masiva de migrantes por la fuerza a través del punto 36 de la frontera de Juárez con El Paso, entre México y Estados Unidos durante esta semana, llevó a que la Guardia Nacional de Texas reforzara este viernes la vigilancia con un centenar de elementos y hasta 30 patrullas.
Durante los últimos días, cientos de migrantes que intentan llegar a territorio estadounidense empezaron a acampar entre el río Bravo y la cerca de alambre de púas en el punto 36 de la frontera, ante la incertidumbre por la ley SB4 de Texas que el gobernador, Greg Abbott, busca aplicar pese a los fallos judiciales. Tras la llegada de cerca de 500 migrantes que lograron colarse hasta el muro, la presencia de la Guardia Nacional de Texas se intensificó en el punto 36 el viernes por la mañana. Los efectivos de seguridad exigían a través de altavoces a los migrantes del campamento que regresaran a México, mientras un grupo de militares equipados con escudos avanzaba hacia la zona ocupada por los migrantes.
Además, se instalaron altavoces que durante toda la tarde instaban a los migrantes a regresar al lado mexicano y advertían sobre posibles arrestos en caso de dañar el alambre de púas o intentar cruzar. Estas medidas defensivas se implementan a pesar de la suspensión de la Ley SB4, una de las más drásticas en la historia de Estados Unidos en cuanto a medidas antiinmigrantes, que criminalizaría la entrada irregular a Texas por parte de extranjeros y facultaría a las fuerzas estatales para realizar arrestos y deportaciones. En contra de estas medidas, Francisco Bueno Guillén, director de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, ha expresado la oposición de organizaciones como la suya a estas acciones. Señaló que cualquier medida que genere miedo por desconocimiento o mala aplicación va en contra de los derechos humanos. Asimismo, destacó que las acciones de la Guardia Nacional buscan infundir temor entre la población migrante y expresó su preocupación por la creciente inhumanidad de estas medidas. En medio de un flujo migratorio sin precedentes en la región, donde México ha reportado un aumento del 77 % en la migración irregular en 2023, con más de 782,000 extranjeros indocumentados detectados, la situación en la frontera entre México y Estados Unidos se vuelve cada vez más compleja. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) declaró en septiembre pasado a esta frontera como “la ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo”, con más de 686 migrantes fallecidos o desaparecidos en 2022.