A pesar de la tragedia, algunos ya preparan maletas para aventurarse en búsqueda del “sueño americano”, aunque puedan morir en el recorrido.
Viajar ilegalmente a Estados Unidos no es barato. Partiendo de la comunidad Estancia de Ánimas, en el municipio de Villa de Cos, en Zacatecas, el viaje puede superar los 180 mil pesos por persona con el uso de un coyote.
Este fue el camino que decidieron tomar Mayra, Fernando y Javier, tres amigos que fallecieron dentro de la caja de un tráiler en San Antonio, Texas.
Don Gregorio Rodríguez es un hombre mayor de Estancia de Ánimas, pero durante su juventud viajó constantemente de manera ilegal a Estados Unidos, y comentó que “en aquellos años a nosotros nos costaban 500 dólares, 600 dólares, mil dólares, hasta ahí; pero ahorita no, ahorita ya son de 7 mil, 8 mil, 9 mil dólares”.
“El trato que se hace aquí es que, si tiene un familiar allá, un hermano, una tía, un sobrino, que sé yo, lo que sea, familiar, ellos se comprometen a pagar. Cuando a uno lo entregan, ahí está el dinero, entonces nada más se lleva uno aquí sus gastos, lo que es estar en un hotel, para comer”, indicó el zacatecano.
Una vez que los traficantes de personas verifican al responsable del pago en Estados Unidos, se dan las instrucciones de traslado en México, para que los migrantes se reúnan en la frontera.
Hasta ahora, los migrantes zacatecanos desconocían que los coyotes estuvieran utilizando cajas de tráiler para transportarlos. Una vez que se tomó la decisión de migrar, todo comienza con una llamada, cuenta Don Gregorio Rodríguez:
“Se tienen teléfonos de, (…) como vulgarmente se les (conoce), coyotes. Antes nos íbamos solos, no había problema, no había violencia, no había nada, yo duré 25 años yendo para el otro lado. Entonces, mismas personas de aquí nos contactaban con otros y ya allá nos juntábamos en Laredo, en Piedras (Negras), en Ciudad Juárez; yo me llegué a ir hasta por Nogales, por Ciudad Juárez, casi lo más por Laredo.
“Entonces allá llega uno, lo contactan, lo juntan y hacen una casa de seguridad o en una casa particular y de ahí lo pasan. Allá adentro hay otra casa de seguridad y ahí llegan, lo levantan a uno y lo meten en una trailita. Pero no así de peligroso como estuvo esto, ahora ya están agarrando esa modalidad de meterlos en una caja de un tráiler. Antes no, en carro, en camioneta, en van, en otro tipo de vehículos, pero iba uno seguro. Claro, sufría uno sed, hambre, esto, lo otro, pero a veces que el mismo chofer se paraba y nos compraba agua, nos compraba alimentos, ósea lo que sea, yo no tengo nada que decir de ellos, pero ahora ya se desató muy feo”, contó.
Aunque el luto aún se respira en la comunidad rural de Estancia de Ánimas, muchos ya preparan las maletas. La tragedia no impide que el anhelo de ganar en dólares minimice el riesgo del trayecto en el que se puede fallecer, narra el joven Víctor Beltrán:
“No vamos a entender, como quiera vamos a seguir cruzando a la hora que se pueda ¿verdad? Como quiera, también no es la misma suerte de todo mundo, es diferente una cosa y otra. Pues sí habrá (oportunidades), pero mucha gente quiere el sueño americano”, externó el primo de la recién fallecida Mayra en la tragedia de San Antonio.
La migración ilegal de zacatecanos tiene como destinos principales los estados de California y Texas, en la Unión Americana.