Una nueva caravana migrante ha comenzado su travesía este lunes desde Tapachula, Chiapas, con unas 1.500 personas provenientes de Venezuela, Colombia, Haití y diversas naciones de Centroamérica. Este grupo, que se une a los anteriores, busca llegar lo más al norte posible, con el objetivo de llegar a Estados Unidos antes del 20 de enero, fecha en la que Donald Trump asumirá nuevamente el poder. Las amenazas del presidente estadounidense, quien ha prometido endurecer la política migratoria y realizar deportaciones masivas, continúan generando incertidumbre y temor entre los migrantes, quienes temen que, tras su llegada, la frontera sea cerrada definitivamente.
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum abordó el tema, destacando que México está tomando medidas para enfrentar una posible deportación masiva de connacionales. “Si hubiera una deportación, también nos estamos preparando para darle la bienvenida a todos los mexicanos que sean deportados de Estados Unidos”, explicó Sheinbaum. La mandataria indicó que, en caso de que se concrete la salida masiva de mexicanos, se brindará apoyo a través de los consulados y la contratación de abogados migratorios. No obstante, la situación para los migrantes originarios de otros países aún es incierta, y el gobierno mexicano enfrenta crecientes presiones tanto internas como externas.
La preocupación por las futuras políticas migratorias de Trump es un tema recurrente entre los migrantes. “Le pedimos a Donald Trump que nos deje pasar antes de que cierre todo”, expresó Anilka, una venezolana que huye de la crisis en su país. En su opinión, el futuro de sus hijos depende de alcanzar los Estados Unidos antes de que se endurezcan las políticas migratorias. En total, esta quinta caravana está formada mayormente por migrantes de Venezuela, pero también incluye a ciudadanos de Colombia, Haití, y varias naciones de Centroamérica. La mayoría de los migrantes temen quedar atrapados en México si la administración de Trump decide implementar un bloqueo total en la frontera.
La caravana de esta semana partió de Tapachula y, tras un largo día de caminata de alrededor de 10 horas, llegaron a Huehuetán, un municipio a unos 26 kilómetros al norte. En este punto, el grupo se dividió en dos, con uno de los grupos continuando hacia Huixtla y el otro descansando en el parque de Huehuetán. El objetivo del grupo es llegar a Ciudad de México en las próximas semanas. Sin embargo, el gobierno mexicano está redoblando esfuerzos para disuadir a los migrantes de continuar su camino hacia el norte.
México, por su parte, ha implementado varias medidas para contener el flujo migratorio. Sheinbaum y otros funcionarios han afirmado que las llegadas de migrantes a la frontera con Estados Unidos se han reducido en un 75% en el último año. A pesar de estos esfuerzos, los albergues en el sur del país están desbordados, y los migrantes siguen arribando a México en grandes números. Según informes oficiales, más de 925.000 personas han cruzado la frontera sur de México de manera irregular entre enero y agosto de este año, una cifra que supera por mucho los números del año pasado. Los flujos migratorios no parecen disminuir por una estrategia efectiva, sino por el hecho de que las autoridades mexicanas han intensificado las detenciones.
Las caravanas migrantes se han convertido en un tema controvertido tanto en México como en Estados Unidos. Mientras el presidente Trump las considera una amenaza y advierte de severas consecuencias si el gobierno mexicano no actúa, la administración de Sheinbaum defiende su postura de que el número de migrantes ha disminuido significativamente. De hecho, ha afirmado que ya no llegan grandes grupos a la frontera estadounidense. Sin embargo, las autoridades mexicanas han recurrido a diversas estrategias, como el traslado forzoso de migrantes a estados lejanos como Guerrero, Michoacán o Yucatán, o incluso el retorno de migrantes a los estados de Tabasco y Chiapas.
Además de estas acciones, las autoridades mexicanas siguen ofreciendo permisos humanitarios de tránsito a los migrantes, una opción que muchos de ellos rechazan, pues prefieren arriesgarse a continuar su camino hacia el norte. Este martes, el Instituto Nacional de Migración (INM) ofreció permisos de 20 días para transitar por México, pero la mayoría de los migrantes prefirió seguir su camino hacia el norte sin esperar las autoridades. De igual forma, el INM se reunió con funcionarios de Guatemala para coordinar esfuerzos conjuntos en la gestión de la migración.
Mientras tanto, en el norte de México, el gobierno estadounidense ha habilitado una aplicación llamada CBP One, a través de la cual los migrantes pueden solicitar una visa humanitaria para ingresar a EE. UU. Esta medida ha permitido que muchas personas obtengan citas para tramitar su asilo, pero los tiempos de espera se han extendido considerablemente, con citas que pueden demorar hasta siete u ocho meses. En total, se estima que 250.000 personas han solicitado asilo a través de esta plataforma, lo que ha generado una creciente desesperación, ya que muchos temen que Trump elimine esta opción y queden varados en territorio mexicano.
El cruce irregular hacia los Estados Unidos continúa siendo una opción peligrosa para miles de migrantes. La creciente presión política y las amenazas de deportación, junto con el aumento del crimen organizado, como secuestros y extorsiones, han forzado a muchos a tomar el camino de la migración indocumentada. A pesar de las dificultades y el sufrimiento, la esperanza de una vida mejor en el norte sigue siendo más fuerte que el miedo. Las caravanas migrantes continúan su marcha, desafiando tanto las amenazas de Trump como las estrictas políticas migratorias de México.
La situación migratoria en América Latina y el norte de México sigue siendo un tema de gran incertidumbre. Mientras los migrantes buscan una salida a sus problemas, los gobiernos de México y Estados Unidos se enfrentan a desafíos cada vez mayores. En el horizonte, no se vislumbra una solución fácil, y las caravanas migrantes seguirán siendo un fenómeno que refleja las profundas desigualdades y crisis sociales en los países de origen.
