Durante los primeros 18 días de agosto, un total de 42 mil 424 migrantes habían llegado a la Selva del Darién en busca del sueño americano, un promedio de 2 mil 500 individuos por día
Un número sin precedentes de migrantes siguen entrando en la Selva del Darién. El Ministerio de Seguridad Pública de Panamá ha actualizado la cifra a 294,183 personas que iniciaron su travesía por la conocida brecha en los primeros 7 meses de 2023, superando las 248,284 personas que cruzaron en todo 2022.
Hasta el 18 de agosto, un total de 42,424 migrantes habían llegado a la Selva del Darién en busca del sueño americano, un promedio de 2 mil 500 individuos por día, en su mayoría procedentes de Venezuela, Haití y Ecuador. El récord en julio fue de 55 mil 387 migrantes, por lo que es muy probable que esta cifra se supere en agosto.
Los migrantes que consiguen cruzar todo el Tapón del Darién deben pasar después por Paso Canoas, la frontera entre Panamá y Costa Rica. Este continuo cruce provocó que durante el fin de semana del 20 de agosto se produjeran varios enfrentamientos entre los migrantes y las autoridades costarricenses.
Refugiados venezolanos, colombianos y panameños han protestado para exigir mejores condiciones al gobierno costarricense de Rodrigo Chaves, pidiendo apoyo de las autoridades para cruzar el país. Por esta razón, solicitaron la activación de más de 50 camiones de transporte público y la apertura de las fronteras para permitirles circular libremente y llegar a la frontera con Nicaragua.
Se sabe que 4 mil personas entran diariamente por Danlí, el principal punto de acceso para migrantes entre Honduras y Nicaragua, lo que ha provocado que las oficinas de migración hondureñas en esta región terminen desbordadas debido a la afluencia de migrantes.
De acuerdo con testimonios de migrantes, el transporte público cobra hasta 10 dólares a quienes desean continuar su viaje a través de Honduras. Los que cruzan por ahí desean salir lo antes posible ya que los albergues en la zona de Danlí se encuentran a su máxima capacidad. Asimismo, a su llegada a Honduras, los migrantes exigen al gobierno las condiciones para cumplir su sueño americano.