En medio de la crisis migratoria, el presidente panameño, José Raúl Mulino, ha solicitado cooperación internacional para financiar repatriaciones y gestionar la migración en el país. Aclaró en una rueda de prensa que no se pueden repatriar a los migrantes “a la fuerza”, contrariamente a sus promesas de campaña. La mayoría busca llegar a Estados Unidos, y esto crea desafíos humanitarios. Panamá firmó un acuerdo con EE.UU. para recibir seis millones de dólares y ha cerrado varios pasos en el Darién para canalizar el flujo migratorio, buscando un control más efectivo sobre la situación.
