Ecuador enfrenta un clima de violencia, extorsiones, secuestros y sicariatos en las calles, propiciados por bandas criminales en disputa territorial por el tráfico y distribución de drogas
A un mes de dejar su tierra en Ecuador con la esperanza de alcanzar el “sueño americano”, Luis Guerrero, su esposa de 27 años y sus dos hijas de 6 y 8, una familia de origen ecuatoriano que huyó del escenario de inseguridad y violencia que vivían en su país, llegaron este 20 de agosto a la Ciudad de México, esperan no permanecer más de dos días en la CDMX para que en, máximo dos semanas, puedan cruzar la frontera norte y llegar a Estados Unidos, donde los esperan familiares.
“La situación que se vive en mi país es muy dura, muy triste, hay mucha violencia”, relata Luis Guerrero, migrante que salió de Quito. “En estas elecciones hasta mataron a un candidato, al parecer fueron sicarios, imagínate, la verdad está duro; en Quito me robaron, me fracturaron un pie y me lastimaron esta parte de arriba del ojo, por eso huí, para que mis nenas no tuvieran que vivir eso”, comentó el joven ecuatoriano.
Sin embargo, después de un mes de salir de Ecuador, su situación está lejos de mejorar. Hace semana y media llegaron a Chiapas, al sur de México. Luis cuenta que ahí, en un hotel, autoridades les quitaron sus documentos personales, los amenazaron, les gritaron con odio, todo por ser migrantes y por no haber entregado dinero.
Ya en la CDMX lo primero que hicieron fue localizar la Casa del Migrante, en la colonia Juárez y después, comprar un paquete de paletas que regalarán a todo aquel que les ofrezca alguna ayuda.
Este 20 de agosto se llevó a cabo una jornada electoral para elegir a un nuevo presidente en un ambiente marcado por el miedo y la violencia, este panorama provocó que Christian Zurita, sustituto de Fernando Villavicencio, asesinado la semana pasada, se presentara en las urnas rodeado de militares, casco y chaleco antibalas.
Ecuador enfrenta un clima de violencia, extorsiones, secuestros y sicariatos en las calles, propiciados por bandas criminales en disputa territorial por el tráfico y distribución de drogas, que han dejado más de 4 mil 300 muertes violentas sólo en lo que va de 2023.
Bandas vinculadas a cárteles mexicanos y colombianos se enfrentan por el negocio de la droga y utilizan como centro de operaciones las cárceles, donde han registrado cruentas matanzas que dejan 430 reclusos muertos desde 2021. La pobreza alcanza a 27 por ciento de la población en una economía dolarizada y una cuarta parte de los ecuatorianos tienen trabajo informal o están desempleados.
Con información de La Jornada y El Gráfico.