El gobierno panameño anunció que está analizando el cierre de su frontera terrestre con Colombia, esto debido al aumento descontrolado de tráfico irregular a través de la Selva del Darién, que ha llegado a 307 mil personas tan sólo en lo que va de este año.
“Nosotros tratamos de buscar la cooperación internacional con los países de origen y de tránsito (de migrantes) pero ha sido difícil, por ejemplo, cuando llegan los niños, ¿qué es más fácil?, evitar que esos niños inicien ese trayecto de Necoclí y Turbo en Colombia para que no vengan y se vean en riesgo en la selva porque cuando llegan acá (Panamá) vienen impactados, entonces el enfoque no es Panamá”, dijo el ministro de Seguridad Pública de Panamá, Juan Manuel Pino.
El mandatario declaró que tienen el apoyo de organizaciones no gubernamentales, sin embargo, aclaró que no ha sido suficiente y se han ido agotando todas las instancias ante un éxodo que representa cerca de 2 mil a 3 mil personas diariamente.
El gobierno panameño considera “insuficientes” los esfuerzos de países del sur para detener la migración irregular a cruzando esta ruta selvática, que hasta agosto de este año ha superado los 300 mil indocumentados, cifra que previsiblemente a final de año superará a por mucho los 248 mil migrantes que cruzaron durante todo el 2022.
Esta amenaza de cierre se produce dos semanas después de que las tensiones por el tema migrante se incrementaran entre Panamá y Colombia, cuando el gobierno panameño señalo al colombiano de no colaborar lo suficiente para detener el tráfico migratorio en esta selva, que es considerada el territorio selvático más peligroso del mundo.
Autoridades panameñas también comentaron que se han invertido más de 60 millones de dólares para atender esta crisis, asegurando que la situación también ha provocado deterioros ambientales dentro del ecosistema natural que funciona como fuente de agua para las comunidades indígenas.
Las autoridades panameñas han identificado que son ciudadanos venezolanos los que mayormente atraviesan esta frontera natural entre Colombia y Panamá, que se ha convertido en uno de los mayores corredores para los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. Les siguen haitianos y ecuatorianos, además de un creciente número de ciudadanos chinos.
“171.043 son ciudadanos venezolanos, 40.000 son ecuatorianos, casi 35.000 son ciudadanos haitianos y tenemos un número que va en aumento de China porque los traficantes de seres humanos han encontrado en esta nacionalidad una nacionalidad que paga dinero para ser traficada y llegar a su lugar de destino”, reveló en una conferencia de prensa Samira Gozaine, directora del Servicio Nacional de Migración de Panamá.