En la colonia Miguel Hidalgo, un grupo de vecinos ha alzado la voz ante la creciente inseguridad atribuida a la presencia de migrantes en la zona. La situación ha generado preocupación entre las familias de la cerrada Providencia, quienes reportan la acumulación de basura y desechos en las áreas donde estos migrantes suelen reunirse. Esta problemática ha estado presente durante más de una década, ya que migrantes centroamericanos utilizan Tabasco y otras regiones de México como zonas de tránsito libre, lo que ha resultado en un aumento de la inseguridad en los espacios que utilizan para pernoctar.
Las quejas de los residentes de la colonia son constantes y reflejan una creciente inquietud. Los vecinos señalan comportamientos indeseables que han afectado su calidad de vida, lo que los ha llevado a solicitar la intervención urgente de las autoridades competentes. La sensación de vulnerabilidad se ha apoderado de la comunidad, quienes temen por su seguridad y la de sus seres queridos.
Rafael García, uno de los vecinos, relató un incidente reciente que lo dejó especialmente alarmado. “Hace una semana intentaron entrar en la casa de un doctor“, comentó, evidenciando así un patrón de conductas delictivas que han comenzado a normalizarse en el área. Además de los intentos de robo, los residentes mencionan el consumo de alcohol y drogas entre algunos migrantes, quienes, sin ningún tipo de control, utilizan calles y banquetas como mingitorios, sin considerar que mujeres y niños transitan por la zona.
En un esfuerzo por comunicar su descontento, los vecinos han decidido colocar cartulinas con mensajes de advertencia frente al albergue Amparito. En estas cartulinas, que destacan por su color azul, se pueden leer frases como: “Dios les bendiga, hermanos. La banqueta es de uso exclusivo del peatón, por favor no te sientes ni te pongas a platicar en la banqueta. Paz y Bien“. Este acto simbólico busca concientizar y pedir respeto a los migrantes, mientras que también refleja la desesperación de los residentes por recuperar la tranquilidad en su entorno.
Durante un recorrido realizado por Grupo Cantón en la primera etapa de la colonia Miguel Hidalgo y en la carretera hacia la Isla, los vecinos expresaron sus inquietudes sobre la situación. Algunos argumentaron que las diferencias culturales pueden ser difíciles de manejar, mientras que otros, como Candelaria Hernández, resaltaron el mal comportamiento que algunos migrantes exhiben cuando están bajo la influencia de sustancias.
Rafael, un habitante de la cerrada Providencia, añadió que ha observado que algunos migrantes se reúnen diariamente en una casa cercana para consumir alcohol y marihuana. Esta situación ha llevado a que, tras el intento de robo en la casa del doctor, el grupo de migrantes no haya regresado a la zona, aunque la preocupación persiste sobre la posibilidad de que vuelvan.
La acumulación de basura y desechos en las áreas de reunión de migrantes se ha convertido en un foco de atención para las familias de la cerrada Providencia. Estos problemas no solo afectan la imagen del lugar, sino que también contribuyen a un ambiente de inseguridad y desconfianza. Los vecinos ven cómo la situación se vuelve insostenible, lo que les lleva a exigir una intervención oficial que regule y controle el comportamiento de los migrantes.
Finalmente, los residentes de Miguel Hidalgo demandan acciones concretas de las autoridades para abordar esta problemática. La intervención es necesaria para garantizar la tranquilidad y seguridad de la colonia, así como para promover un ambiente donde tanto los migrantes como los vecinos puedan coexistir en paz. La comunidad espera que su voz sea escuchada y que se tomen medidas que ayuden a restablecer la normalidad en su entorno.
