Un grave incidente se registró en el albergue municipal KiKi Romero de Ciudad Juárez, donde 27 migrantes sufrieron intoxicación por alimentos y tuvieron que ser hospitalizados. Este preocupante suceso involucró a personas originarias de distintos países, entre ellos Bolivia, Ecuador, Venezuela, El Salvador y Honduras. El hospital se vio abarrotado la madrugada de este lunes, cuando los migrantes presentaron malestares tras consumir pollo en mal estado como cena.
Los migrantes fueron trasladados a varias instituciones médicas, incluyendo los hospitales 35 y 66 del Instituto Mexicano del Seguro Social, el Hospital de la Familia, el Hospital General de Ciudad Juárez y el Hospital Infantil. Entre los afectados se encontraban dos menores de edad, uno de un año y otro de cinco años. La situación fue crítica, pero el presidente municipal, Cruz Pérez Cuéllar, informó que los afectados ya se encuentran fuera de peligro y están recibiendo tratamiento médico.
Las causas de la intoxicación aún están bajo investigación. Cuéllar indicó que los alimentos eran preparados en una ubicación distinta al albergue y habían sido transportados correctamente. “Hasta el momento, no se ha determinado la causa de la intoxicación, pero estamos revisando todos los detalles”, aseguró el presidente municipal. Se subrayó que los mismos alimentos se sirven en el albergue migrantes Leona Vicario, donde no se registraron incidentes.
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Las autoridades están trabajando para esclarecer el incidente y determinar si hubo fallas en el traslado de los alimentos o si existía algún otro problema. Este tipo de situaciones resalta la vulnerabilidad de los migrantes, quienes a menudo dependen de la asistencia y servicios de albergues para su bienestar. Los menores de edad implicados, Zoemy Cataleya Reyes Jacinto y Alasni Mayka Reyes Jacinto, fueron atendidos en el Hospital Infantil, donde recibieron atención especializada.
A medida que la investigación avanza, se espera esclarecer la situación para asegurar la salud y seguridad de los migrantes que llegan en busca de una vida mejor. Esta intervención rápida y efectiva demuestra la importancia de contar con protocolos de atención médica en albergues que reciben a personas en movilidad.
Para la comunidad migrante, este evento puede ser un llamado de atención sobre la importancia de verificar la calidad de los alimentos que consumen durante su estadía en estos refugios. Las autoridades locales han enfatizado su compromiso con la protección y bienestar de los migrantes que buscan refugio en su comunidad.
En conclusión, aunque la intoxicación en el albergue KiKi Romero dejó un saldo preocupante, la pronta respuesta de las autoridades y el estado de salud de los migrantes son aspectos positivos que deben destacarse. La investigación sigue en curso y se espera que los resultados ayuden a mejorar las condiciones de los albergues y la calidad de los alimentos que se sirven en el futuro.
