Migrantes varados en la frontera sur de México están tomando decisiones drásticas debido a la falta de permisos migratorios que les permitan continuar su camino hacia los Estados Unidos. Con las citas CBP One ya programadas hasta el 31 de enero y una nueva negativa a otorgar la Forma Migratoria Múltiple (FMM), muchos están organizando una nueva caravana masiva que podría iniciar en los próximos días, si las autoridades mexicanas no les ofrecen una solución. Este éxodo promete ser uno de los más grandes en lo que va del año.
Venezuela, Honduras y otros países del continente han sido los principales focos de esta crisis migratoria. Vikeila, una migrante venezolana, expresó su desesperación al decir: “Necesitamos el permiso de migración, ya tenemos la cita aprobada, ya compramos los boletos de avión, y ahora lo único que necesitamos es la Forma Migratoria Múltiple para salir de Tapachula.” La situación es aún más compleja porque, a pesar de que ya han invertido más de 60 mil pesos en boletos de avión, las autoridades les informaron que los permisos migratorios han sido suspendidos.
¿Qué ha sucedido para que tantos migrantes, con citas oficiales, se vean forzados a tomar este riesgo? Antes de la llegada de Donald Trump al poder, el gobierno mexicano solía otorgar la FMM, permitiendo a los migrantes viajar dentro de México hacia el norte por avión o autobús. Sin embargo, la nueva política migratoria ha puesto fin a esa posibilidad, dejando a miles de personas atrapadas en Tapachula, sin opción de avanzar hacia su destino. Esto ha provocado una creciente frustración y una decisión drástica: salir a pie.
Yesenia, una hondureña que también forma parte de este éxodo, comentó: “No entendemos por qué México no nos quiere dar permiso para salir. Lo único que estamos pidiendo es que nos dejen seguir nuestro camino hacia el norte para no perder nuestra cita.” Esta situación ha puesto a muchos migrantes en una posición de inseguridad y desesperación, pues aunque tienen sus citas programadas para ingresar a los EE.UU., ahora no pueden salir de Tapachula sin el permiso correspondiente.
La ausencia de la FMM está llevando a miles de migrantes a considerar la caravana como la única opción viable para continuar su viaje. Si no logran que las autoridades mexicanas reconsideren su postura, se alistan para caminar por miles de kilómetros hacia el norte. La falta de apoyo por parte de México está intensificando los temores sobre lo que podría ocurrir en el camino: riesgos, hambre, y una travesía incierta.
Es importante señalar que, aunque no hay una fecha exacta para el inicio de la caravana, los migrantes ya han comenzado a organizarse en grupos. La presión sigue aumentando y el tiempo corre en su contra. Para algunos, las citas en CBP One representan la última esperanza de un futuro mejor en los Estados Unidos, y no están dispuestos a dejar pasar esta oportunidad.
Mientras tanto, la incertidumbre se mantiene en el aire. Los migrantes continúan esperando una respuesta de las autoridades mexicanas, aunque ya han dejado claro que, si no reciben una solución, no dudarán en salir caminando, sin importar los obstáculos que enfrenten. ¿Será este el inicio de una nueva caravana masiva que pondrá a prueba las políticas migratorias de México y Estados Unidos? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: el sueño americano sigue vivo y muchos están dispuestos a arriesgarlo todo para alcanzarlo.
