Ciudad de México. La política migratoria de Donald Trump, calificada como “deshumanizante” por Médicos Sin Fronteras (MSF), ha dejado a más de 300 mil migrantes varados en México en apenas seis meses de su mandato. El informe de la organización revela que estas personas se encuentran en un limbo legal, expuestas a ciclos repetidos de violencia, mientras las opciones para llegar a Estados Unidos se cierran cada vez más.
Según MSF, las autoridades estadounidenses han endurecido las “tácticas de disuasión”: expulsiones y retornos forzados, detenciones “arbitrarias e ilegales”, redadas y restricciones de movilidad. A esto se suma el desmantelamiento de campamentos, trabas burocráticas para trámites de asilo y patrullajes más agresivos.
El cierre de la aplicación CBP One, el pasado 20 de enero, dejó sin alternativas a 30 mil personas con cita y otras 270 mil que intentaban registrarse. “Están atrapados en un ciclo de violencia física, emocional e institucional”, advirtió Franking Frías, subdirector de operaciones de MSF en México y Centroamérica.
El reporte denuncia que EE. UU. está externalizando el control fronterizo, destinando recursos para que México y países de Centroamérica refuercen sus propios filtros migratorios. Esta presión ha llevado a que los gobiernos de la región repliquen las medidas restrictivas, criminalizando a migrantes y solicitantes de asilo.
Violencia extrema y crisis humanitaria
Entre enero de 2024 y mayo de 2025, MSF atendió a casi 3 mil sobrevivientes de violencia sexual y ofreció 17 mil consultas de salud mental a migrantes en México, Guatemala, Honduras, Costa Rica y Panamá.
Los casos incluyen tortura, secuestros, extorsión, robo, trabajo forzoso y explotación sexual, esta última agravada por la falta de oportunidades. En 2024, se trataron a 403 víctimas de tortura y más de 4 mil 500 casos de violencia física, además de 90 mil consultas de salud primaria y casi 12 mil de salud sexual y reproductiva.
En Tapachula, por ejemplo, los migrantes viven bajo alta presión emocional: operativos de dispersión, campamentos desmantelados y obligados a rentar en zonas peligrosas dominadas por el crimen organizado.
Nuevas rutas, más peligros
La desesperación ha llevado a muchos a optar por rutas alternativas. Desde febrero, se ha registrado un fenómeno llamado “afluencia inversa”, con migrantes que abandonan México para regresar a países como Chile o Colombia, o intentar nuevamente llegar a EE. UU. por vías más peligrosas, incluso por mar.
Esto ya ha dejado naufragios y muertes documentadas.
MSF exhorta a los gobiernos a abandonar las tácticas de abandono y disuasión, garantizando acceso real al asilo, atención médica y protección en todo el corredor migratorio.