Además de ser víctimas de trata de personas, los migrantes se ven obligados a participar en el tráfico de cristal.
Los migrantes son víctimas de los grupos criminales que están involucrados en el trasiego de la droga.
Esta modalidad, que se ha dado en los últimos años, está relacionada con el grupo criminal denominado Mexicles, quienes surgieron en el sur de Estados Unidos y han venido internándose en el territorio mexicano, hasta municipios como Juárez, Villa Ahumada, Ojinaga, Aldama y Coyame, entre otros.
Norma Ledezma, dirigente de la organización mencionada, indicó que hace una semana se tuvo una intervención con la Comisión Local de Búsqueda, cuyas diligencias mostraron efectos inmediatamente y de ahí, dijo que se depositaron cuatro cuerpos en el km 72 de la carretera a Juárez y el jueves otros 6 cadáveres fueron abandonados rumbo a Ascención; entre ellos estaba uno de los desaparecidos que la organización buscaba: Manuel Sergio Espinoza Altamirano.
Confirmó que los criminales utilizan a los migrantes como mulas, pues los coyotes con coordinados por los grupos criminales: “a los migrantes los traen, los convences, pues finalmente es trata de personas, los convencen, e incluso les fían la otra parte del dinero porque les dicen que la pagan al cruzar, pero al llegar a la frontera los cargan con mochilas con droga”, informó la activista.
Agregó que los migrantes por lo general vienen del sur, de El Salvador, Chiapas, Puebla, entre otros; finalmente, advirtió a la gente que quiere buscar sus sueños y un mejor nivel de vida en Estados Unidos, que vean esto como una advertencia y que no confíen en los coyotes, porque son criminales que más allá de ofrecerles una vía para cumplir sus sueños, les arrebatarán la vida.
“En general, este grupo delictivo muy sanguinario, que se siguen posicionando de los terrenos mexicanos; antes teníamos una visión de hasta dónde entraban Los Mexicles y Los Aztecas, así como el modus operandi, protegidos por el grupo de Sinaloa; pero este grupo ya entró al terreno de los migrantes y los han inmiscuido en el tráfico de drogas, los han hecho víctimas de trata de personas, los obligan a participar en el tráfico de cristal”, comentó la activista.
La defensora de derechos humanos indicó que toda la información vertida por este rotativo al respecto es muy certera, y que coincide con las investigaciones que Justicia para Nuestras Hijas ha hecho.
“Lo peor de todo es que los tres niveles de gobierno son responsables de que la violencia no pare y continúe, porque con soldados en la calle, con militares, con Guardia Nacional, con policías estatales y municipales, no se ha podido disminuir su presencia en Juárez, aún con la presencia de Centinela, de toda seguridad pública, el grupo de investigadores es menor en comparación con los criminales y por eso nadie ha podido ayudar a que se minimice”, comentó la entrevistada.
Agregó que aunque las corporaciones no sean cómplices, con un solo infiltrado que haya en alguna institución, eso arruina la estrategia y la inteligencia de las organizaciones de seguridad pública, “no digo que sean todos, porque hay agentes y comandantes que se la están rifando para enfrentar a estos grupos, pero con un infiltrado tienen para que la información sobre las estrategias o metodologías que puedan tener de buena fe lleguen a oídos de los criminales”.
Además, indicó que gran parte de las policías municipales son parte de la nómina de los criminales y que en los municipios más pequeños, incluso su totalidad, están coludidos con el crimen organizado.